08 | "Mi obsesión".

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NATALY KLUM.

Tras el largo día de compras, olvide llamar a Tom para que fuera por mi, tome un uber y me dirigí a la casa sin recordar que el me iba a recoger.

- Hola, llegué.

Las bolsas se deslizaron por mis manos y se reventaron algunas de las cosas que traía. Tom y mi tía estaban cogiendo en la puta cocina a la luz del día.

- Ew, que mierda - susurré.

Heidi se tapo como pudo mientras que Tom solo se subía la cremallera de su pantalón tratando de ocultar la risa.

- Quiero hablar contigo, niñita - Dijo dejando a mi tía ahí tirada y agarrando mi mano.

Di el último vistazo, mi tía estaba quieta mirándome fijamente, se veia enojada, pues sus mejillas estaban rojas y mordía sus labios con fuerza.

Nos encerramos en la habitación, Tom se empezó a reír de la nada, se sentó en mi cama casi llorando de la risa.

- ¿Te parece gracioso, hijo de puta?

- Jajajajaja, tu cara me es graciosa.

- ¿Mi cara?

- Te hubieras visto, te pusiste más pálida de lo que eres, jajajajaja.

- Quien no, viendo tremenda escena porno.

Me senté junto a el quitándome la chaqueta.

Se escuchaban pasos acercarse a mi habitación, Tom seguía riéndose. La manija se escuchó, y mi tía estaba ahí parada.

- Nataly.

- ¿Qué pasó, tía?

- Nataly, te entregare sea como sea a tu papá.

La risa de Tom se apagó rápidamente.

- Heidi, ¿cómo que entregaras a Nataly?

- Lo que escuchaste cariño, la sacare de casa lo antes posible.

Sentí mi cara roja, me pare frente a ella  cruzando mis brazos.

- ¿Por qué lo harás, tienes desconfianza de que me coja a tu esposo?

- Exactamente - bufó de la forma más grosera.

- Increíble que pienses así de tu misma sangre. Que miedo das, Heidi Klum.

- No te hagas la loca linda, ambas sabemos cuál fue y es tu intención en esta casa.

- Heidi, ¿por qué dices eso de Nataly? - dijo Tom parándose junto a mi.

- Tus actitudes, Tom Kaulitz. Desde que llegó esta pequeña demonia tu no has sido igual conmigo.

- Amor, ¿crees que estaría con alguien como Nataly?, me conoces tan bien y dices esto.

Sentí mi cuerpo temblar, no sé si lo que dijo fue verdad o lo dijo como "distracción", pero no iba a quitar mi semblante ni un solo minuto. Tom se puso junto a Heidi, agachando su cabeza y sin decir una sola palabra.

- Nataly, te pido respeto en mi hogar.

- ¿Acaso no te lo doy? - reí sarcásticamente.

- No, no lo haces, eres mi sobrina y pareces una prostituta cuando ves a MI marido.

- Cuida tus palabras, eres mi tía pero no te doy esa autoridad de tratarme así.

- ¿Vienes a ponerme reglas a mi?

- Si.

- Vives en mi casa, y lo que yo diga no tiene por que ser cortado por qué no tengo "autoridad".

𝖠 𝗅𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝖮𝗅𝖽𝖾𝗋 ;: 𝒯ℴ𝓂 𝒦𝒶𝓊𝓁𝒾𝓉𝓏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora