𝘖𝘕𝘌 𝘓𝘈𝘚𝘛 𝘛𝘐𝘔𝘌

𝘐𝘵'𝘴 𝘺𝘰𝘶?

Y así paso el tiempo, un día se convirtió en una semana, una semana se convirtió en un mes, un mes en un año y un año se convirtió en varios más, el tiempo era el enemigo de las personas o eso decían.

Ya habían pasado varios años desde que Sergio murió, Max sano, pero el pecoso seguia en su mente y corazón, pues no había dejado de amarlo, Carlos también sano, pero Sergio seguiría en sus recuerdos, por otro lado Charles también sano, le costó, pero gracias a la ayuda de Carlos pudo sanar, aunque seguiría extrañando a Sergio.

Si llega un día en el que tengo que cerrar los ojos para siempre, ¿podrías ser lo último que pueda ver antes de cerrar los ojos?

-Sergio Pérez-

(es una referencia, esa frase salió de una serie, a ver si saben cuál es, en fin, prosigamos. :3)

-deberiamos ir de viaje- sugirió Max, antes de salir de la cafetería un sábado por la noche. -seria bueno ir a distraernos un poco ¿no creen?-.

-es una buena idea, deberíamos salir- dijo Charles emocionado solo de pensar en el viaje y como sería.

-si, no estaría mal- dijo ahora Carlos, sonrió para después mirar a Max. -pero ¿a qué lugar?, ¿alguna idea?- pregunto el español curioso.

Realmente había varias opciones de lugares a los cuales poder ir, pero había un lugar en especial y específico al que quería ir Verstappen y era a una "playa en la noche" como alguna vez lo fue el sueño de Sergio, pues le había contado a Max que en algún momento de su vida le gustaría ir a una playa y caminar por la noche, mirar la luna reflejada en el mar y ver su incandecencia, que iluminará todo el lugar.

-¿que tal a una playa?- miro al monegasco y al español, estos se miraron unos segundos y asíntieron mirando a Max.

-si, me parece perfecto- sonrió el español, era un excelente elección. -¿oh no Charles?- su mirada se poso en el monegasco, quien se encontraba a su lado.

-me parece bien- sonrió. -¿por qué no, nos vamos mañana?- sugirió Charles.

Max miro a Carlos y este asíntio, diciendo. -pues no se diga más, vamos a empacar y nos vemos mañana ¿en casa de...?- pregunto.

-que les parece en la mía, llevemos dos autos ¿les parece? para que nos quepa todo y nos aseguremos de llevar lo necesario- sonrió Max.

-Perfecto, entonces nos vemos mañana- Carlos y Charles se despidieron, dejando al neerlandés en el estacionamiento, para después ir ellos por su auto.

Aunque ninguno quisiera admitirlo, esto les causaba un gran sentimiento de nostalgia y tristeza, aunque era una agradable idea, no dejaba de ser algo dolorosa sin Sergio. El monegasco y el español sabían perfectamente por qué Max había escogido aquel lugar y es que era obvio, conocían tan bien al pecoso.

Mientras Carlos manejaba, el monegasco miraba por la ventana todo el recorrido hacia su casa, tenía un pequeño nudo en la garganta y las lágrimas se hicieron presentes, trataba de no hacer ruido y solo miraba hacia las afueras de la ventana mientras lloraba y sacaba todo el dolor que sentía en silencio.

Carlos lo miraba por el retrovisor del auto, al verlo llorar, no dijo nada y ante aquella escena, dio una pequeña mirada en la que se podía mostrar dolor y más dolor, su pecho le dolía, pero no podía permitirse ser sensible ahora, no ahora, estaba manejando, no era momento.