Bienvenidos al infierno, mejor conocido como la secundaria (3p)

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¿Tuvimos una mala idea? Sí

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¿Tuvimos una mala idea? Sí.

¿Hicimos algo muy malo? Definitivamente.

¿Éramos inteligentes? Eso creía.

¿Teníamos suerte? Íbamos a averiguarlo.

Al entrar a la escuela, sentía el corazón latiendo a toda velocidad. Todo estaba muy tranquilo, por lo que quizás nadie sabía nada de lo que había pasado.

Vi a Blue al llegar, pero él estaba muy lejos fumando, vi que los profesores lo miraban con desaprobación.

Todos sabemos que le importaba un carajo.

No sabía si ibas a seguir hablándonos después de lo que paso...

Creo que sería mejor no volver a interactuar, es muy raro que cuatro personas que nunca antes había hablado de la nada se volvieran amigos.

Como de costumbre, la entrada estaba llenada de personas buscando cosas en sus casilleros. Salude a algunas personas que conocía, pero me centre en llegar por mis cosas.

Quizás fue demasiado...

No debí confiar en ellos...

¿Cómo se me ocurrió participar en esta tontería? Y de paso, con ellos.

Al llegar a mi casillero solo puede pensar en el desastre que se desataría. Pero todo cambio cuando pase por el lado Amelia y ella me saludó amablemente.

¿Ella acaba de saludarme?

Solo pude levantar la mano en forma de saludo y seguir caminando.

Quizás solo en amable. No nos conviene pelearnos.

El casillero de Lexie queda cerca del mío, por lo que puede verlo de reojo y también me sonrió. Saque algunos de mis libros y de las cosas que necesitaba, pero... Lamentablemente la calma no duro mucho.

Desde mi posición no se veía la oficina del director, pero se pudo escuchar el grito de horror, una mujer, acompañado de las quejas de un hombre.

— ¡Malditos engendros! – gritó. Los estudiantes que se encontraban en el pasillo empezaron a correr en dirección a los gritos, para ver que estaba pasando.

Yo me fui incapaz de moverme hasta que sentí como alguien choco su hombro con el mío.

— Actúa natural – me ordeno Lexie, en un susurro.

Todos los estudiantes se acercaron a ver que estaba pasando, me obligué a arrastrar mis pies hasta junto con los otros estudiantes, para acercarme al pasillo.

Tal como lo recordaba todo estaba hecho un desastre colosal. El director estaba lleno de pintura a causa de un globo que Blue insistió en dejar sobre la puerta, para que lo recibiera al que entrará.

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