Capitulo 24:Corazón Elástico

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"No sabes cuanto te he extrañado, los días han perdido su color, los pájaros ya no cantan y mi sonrisa se apagó, te llevaste un pedazo de mi corazón, te llevaste la parte más blanda de mi ser, y ahora, ahora ya no existe más, es tan triste tener que aceptar qué hace un año te perdí, moriste en mis brazos, y tuve la dicha de que me brindaras tu última sonrisa en la tierra.
He venido todos los días desde tu partida, siempre tengo tanto que contarte, siento que nunca me alcanza el tiempo, hoy quiero que sepas que después de un año, William me ha pedido tener hijos, sabes bien que eso jamás pasará, por otro lado, la niñita a la que cuidaste cuando se enfermaba, y la alimentabas cuando a papá se le olvidaba, esa niña mal agradecida que hace un año te quito la vida, no ha aparecido, no se donde esta, Alessandro la sigue incubriendo pero yo la he de encontrar y pagará por todo, por último quiero decirte que, he leído la liberta de Alessandro y se lo que debo de hacer, ya lo veras, todos pagarán ".

Deje la nota sobre su lápida, deje unas rosas frescas del jardín de Shyla y le brinde un beso a esa piedra fría donde mi nana estaba.

Me quedé ahí parada un buen rato, mirando la escena que tanto me dolía, recordándo en mi cabeza una y otra vez.

—Supuse que estabas aquí

—¿Qué quieres William?

—Que vengas a casa, ¿Crees que está tortura te servirá de algo?

—No, pero me recuerda una razón más por la que estoy peleando

—Mariella, ya paso un año Olivia no va a volver, Hilltop mucho menos, deja de torturarte así por favor y vivamos nuestra vida

—¿Nuestra vida? ¿Oh la vida que me creaste a mi?

—Vamos Mariella ahorita no porfavor, estas casada conmigo no lo puedes cambiar y menos tratándome así

—Escucha bien esto William, yo te trato como se me de la gana, ¿Me entendiste? No eres más que un pobre hombre sin amor que no le quedo más remedio que comprarlo, eso es lo que eres, y si tal vez tengas razón con lo que me dijiste aquel día, tienes mi cuerpo, pero no tienes mi alma, y mucho menos mi corazón, y eso es lo qué vale más

Lo miré fijamente y me alejé hacia el carruaje, me subí y lo espere ahí mientras se tragaba su coraje.
Al final camino tranquilo se subió y nos fuimos, llegamos a su casa y me baje del carruaje, entre molesta.

—¿Todo esta bien?

—No puedo hablar ahora Shyla

Me encerré en nuestra habitación esperando que no me siguiera, pero como imagine abrió la puerta de una manera tan brusca qué la puerta de madera se rompió.

—¡Estoy harto de ti y de tus provocaciones Mariella!

Me giré hacia el.

—¡Pues si tu estas harto yo estoy el doble, estoy cansada de tener que dormir y vivir contigo,tener que verte todos los malditos días!

Ambos estábamos molestos y William me lo dejo saber, dándome una cara que nunca había visto, me tomó del brazo bruscamente y me llevo a empujones al cuarto de visitas, donde dormí aquella vez.

—¡¿Qué haces William?, suéltame!

Me empujó, y caí al piso.

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