Venganza de Amor

Capitulo 27:La Reina Victoria

Ha pasado un día desde que William volvió, su presencia se ha convertido en una especie de brisa en la casa, un ligero viento que se siente pero no se puede ver.

No hemos hablado desde que llego a la casa, Shyla tampoco le ha dirijido la palabra, se la ha pasado encerrado en su oficina casi todo el tiempo.

Me di una ducha, trataba de relajar mi cuerpo y mi mente para saber que decirle a la Reina cuando la viera, no podía ocultarlo estaba más que nerviosa, aun así no había nada que evitará qué yo hablara con ella. Salí de bañarme y me arregle no me vería más William decaída, era una mujer fuerte y hermosa y debía demostrarmelo a mi misma antes de que los demás lo vieran. Vengo de una mujer fuerte y capaz.

Salí de mi cuarto, solo para llevarme una gran sorpresa.

—Pensé que nunca saldrías del cuarto, tu padre vino a verte

Mire detrás de el ,y ahí estába con su cara totalmente seria , mirándome.

—Es lo que puedo notar

—A mi también me da gusto verte hija, puedes darnos un momento por favor William

—Claro

Mi padre y yo entramos a la sala de la casa de William, se sentó frente a mi.

—Veras, vine con toda la buena intención de ver a mi hija y me topo con la noticia de que no has podido tener niños¿Es eso verdad?

—¿Tú dime? ¿Acaso los ves por aquí?

Note que no le gustó para nada mi repuesta, no me importó, en cambio aumente mi postura y mi seguridad también.

—Veo que has cambiado mucho Mariella, eso debería de ser bueno ¿No?

—Lo es y demasiado, puedo comprender mejor las cosas que antes

—No creo, pero bueno, debes de darle un hijo a William pronto, oh se casara con otra y tu terminarias en la calle sin un solo peso de mi herencia

—No necesito nada tuyo ni de el para sobrevivir

—Ahora vas a pensar como tu madre, eso no termino muy bien para ella

—Ella era una mujer fuerte, te soporto por muchísimo tiempo y lo más impactante de todo es que siendo lo que eres ella te amo, eso es ser muy fuerte de corazón

Se quedó callado mirándome con disgusto, se paro de la sala.

—Me marcho, espero que no acabes en la calle cuando lo único que quise fue algo bueno para ti

—Estoy a punto de tener eso bueno papá, no te preocupes

Se molesto aun más y salió de la casa, en ese momento me metí a la oficina de William bastante molesta por que lo había pasado.

—¡Con que no tienes otra cosa buena que hacer que ir a quejarte con mi papá!

—¿De que hablas? No tienes por que entrar asi

—¡¿Como debo de decirte las cosas? Jamás te voy a dar un hijo, tenias mi cariño ahora no tienes nada de mi!

—Me quejo con la única persona que puede obligarte al parecer