El detective Noeul Nuttarat busca un asesino después de que un guardabosque es encontrado muerto en una cabaña incendiada en la reserva del monte Alexis. Todos los signos apuntan a un sospechoso y cuando Noeul va en busca de su candidato, termina mo...
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MARATÓN 1/3
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Noeul se balanceó, tratando de alcanzar las correas de cuero para librarse de la polea por encima de él. Había estado trabajando en el columpio desde el momento en que había oído el golpe de la puerta principal al cerrarse. El sudor recubría su cuerpo por el esfuerzo y sus muñecas se sentían completamente rotas pero no podía detenerse. Tenía que salir del maldito aparato de esclavitud y volver al valle, tan lejos de Boss como pudiese. Si veía a Boss otra vez, no querría ir a ninguna parte. Incluso ahora, anhelaba el toque del hombre. Su cuerpo dolía y quería ser tomado de nuevo una y otra vez. Su polla se había puesto dura tan pronto como Boss había empujado el tapón dentro de él. Había pasado los primeros minutos después de que Boss se fue repitiendo todos los actos eróticos que habían compartido y otros que su mente había elaborado para su entretenimiento. Noeul era su peor enemigo. Noeul oyó abrirse la puerta principal y detuvo la oscilación. El impulso que había tenido todavía balanceó las correas, y se tambaleó. Con suerte, se detendría lo suficiente antes de que Boss entrara en la habitación y adivinase lo que había estado haciendo. Boss abrió la puerta de la habitación y miró a Noeul. Por desgracia, Noeul no había tenido tanta suerte y todavía se mecía en grandes círculos. Los ojos de Boss se agrandaron cuando se detuvo justo ante Noeul. Estiró la mano, estabilizó la honda y sacó la mordaza de entre los labios de Noeul.
-Frank está en camino para hablar contigo.
Noeul se sorprendió de que el lobo no dijo nada acerca de su intento de escapar. Abrió la mandíbula por un segundo, tratando de eliminar la rigidez provocada por la mordaza.
-Vas a dejarme salir de esta cosa, ¿verdad? Es decir, no puedo interrogar a alguien atado y con mi polla colgando.
-Teniendo en cuenta que estabas tratando de escapar, estoy empezando a pensar que no debería.- Boss se instaló en la silla y se inclinó hacia delante. -Sería un buen castigo para ti.
-¿Castigo? Creo que he sido castigado lo suficiente.
