El detective Noeul Nuttarat busca un asesino después de que un guardabosque es encontrado muerto en una cabaña incendiada en la reserva del monte Alexis. Todos los signos apuntan a un sospechoso y cuando Noeul va en busca de su candidato, termina mo...
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Boss observó a los hombres que llevaban las tres grandes bolsas negras que asumió estaban llenas de restos óseos de los hombres que el guardabosque Narongdej había asesinado antes de que su hermano terminara con el bastardo. La ira se precipitó a través de él al pensar en el guardabosque poniendo sus sucias manos sobre Frank, violándolo. Boss hubiera hecho lo mismo al ser humano si Noeul hubiera estado en los zapatos de Frank. Y lo más probable es que hubiera disfrutado triturándole la garganta, también. Hombres así no merecían caminar por la tierra. Su mirada se desvió a Noeul, observando al hombre trabajando en la escena, el temor llenó a Boss mientras pensaba en todo el peligro en que Noeul se ponía en el cumplimiento del deber.
Boss había vagado por el bosque en forma de lobo, incapaz de mantenerse alejado de Noeul. Tener a su compañero tan cerca hizo imposible ignorarlo. Así que se había sentado y observado su progreso, impresionado por lo minucioso y concentrado que estaba su compañero. Al parecer, Noeul era muy bueno en lo que hacía, y el respeto que los agentes uniformados parecían darle era impresionante.
De vez en cuando, Noeul se detenía y miraba hacia el bosque. Al parecer percibió que Boss todavía estaba cerca. Boss luchó por contenerse. Quería irrumpir a través de los árboles y hablar con Noeul, convencerlo para que regresar a la guarida, pero no podía hacer eso. Era frustrante. Boss estaba acostumbrado a tomar lo que necesitaba, no a contenerse y dejar que otro hiciera una elección que dictaría el resto de su eternidad.
Cuando el sol se puso, el equipo forense instaló grandes luces alrededor de la escena, convirtiendo la noche en día. Trabajaron sin descanso, Noeul y su compañero hombro con hombro con el equipo. Boss observó lo cómodo que estaba su compañero con su socio y un atisbo de celos le atravesó. Los dos hombres parecían conocerse bien, trabajando en conjunto sin esfuerzo. Y el hecho de que el otro hombre fuera un cambiaformas sólo hizo hervir la sangre de Boss aún más. Boss levantó el hocico hacia la luna y dejó escapar un aullido, que luchó por liberarse. Necesitaba dejarlo ir antes de actuar según los celos que trataban de convertirse en rabia.
Otro aullido salió a su encuentro, el lobo cercano. Había sido uno de sus hermanos, Pavel si Boss tenía que adivinar. Pronto se oyó el sonido de la bestia moviéndose por el bosque y acercándose a su ubicación. Un toque de resplandor verde se filtró a través, y Boss supo entonces que había estado en lo cierto. Tan pronto como su hermano se acercó, Boss cambió a su forma humana, arrodillándose en el suelo del bosque cubierto de hojas y zarzas. El aire fresco de la noche se deslizó sobre su forma desnuda mientras miraba hacia abajo en la escena del crimen.
Pavel cambio también, sentándose junto a Boss. -¿Qué haces aquí? -Preguntó Pavel.
-No me diste la oportunidad de presentarte a mi compañero antes de perder la calma. Es el policía allí abajo -dijo Boss mientras señalaba en la dirección general de Noeul.
Pavel gruñó un poco antes de inclinarse hacia delante y entrecerrar los ojos mientras miraba abajo. Su hermano dejó escapar un profundo suspiro y se relajó después de un momento.
