Capítulo 13. ¿Ir o no?

322 29 3
                                    

Después de pensar mucho, dejé ese tema a un lado por el momento. Me dispuse a prepararme de cenar. Algo ligero, después de eso, puse en la televisión que tenía el departamento, música, necesitaba despejarme un poco. Entre el viaje, el desempacar maletas, preparar mis cosas para el inicio de clases, estaba sumamente cansada, así que me preparé para dormir.

Con César.

Llegamos a casa, saludamos a Lunita y a mi ama. Platicamos un rato mientras cenábamos, de nuestra presentación en California.

Paola: ¿Y cómo les fue plebes? Cuéntenme. -decía mientras servía en los platos-

Luna: Si, cuéntenos.

Cristhian: Pues bien ama. Ya sabe. La gente siempre nos recibe bien. -decía contento-

Carlos: Nada más que si venimos bien cansados. -mi hermano contaba mientras comía-

Cristhian: Si. ¿Y qué cree ama? El César anduvo ligando en el aeropuerto. -dijo en tono burlón-

César: Ahí vas pendejo. -rodé los ojos ante tal comentario de mi hermano-

Carlos: No te enojes wey. Es la verdad. ¿Sí o no andabas ligando? -me preguntó también burlón-

Paola: ¿Si gemelo? A ver cuéntame.

César: No ama. No le haga caso a estos pendejos. Simplemente ayudé a una chica que estaba perdida. No era de aquí. -dije tranquilo-

Cristhian: Ayay, si como no. Si hasta te brillaban los ojitos cuando hablabas con ella. -rió-

César: Como chingas, wey. Sólo la ayudé y ya. -dijo riendo nervioso-

Carlos: Pero dijiste que se te hizo linda. -lo miró-

Mi mamá sólo escuchaba atenta mientras también reía de nuestras ocurrencias.

César: Pues si. Me pareció linda, pero ya les dije que ya no la volveré a ver. Sólo sé su nombre y ya. -dije resignado-

Paola: Ay César. Le hubieras preguntado para dónde iba o algo. -me miró-

César: Me dijo que iba a estudiar acá. En la University of Phoenix, pero no sé qué va a estudiar, ni cuándo, ni nada. Tampoco me dijo dónde iba a vivir. -respondí-

Cristhian: Pues si la cagaste machín, eh. -se levantó de la mesa y se fue a la sala-

Carlos: Si, wey. Qué tal que sea el amor de tu vida y te apendejas.

César: Ya ni modo. -dije sin más pero resignado-

(...)

Con Marlene.

Me desperté, me metí a bañar, me puse un pans para estar cómoda. Pedí algo de desayunar, ya que aún no contaba con nada de comida en el departamento.

Mientras desayunaba, recordé lo que me sucedió con César, y al recordarlo también sonreía, pues sin duda se portó muy bien conmigo. Aunque aún no me perdono no haberlo reconocido al instante. Le hubiera pedido una foto o algo.

Me puse a pensar de nuevo si era buena idea ir a su presentación o no. Así que analizando el error que cometí de no reconocerlo en el aeropuerto me decidí a ir.

¿Cómo me voy vestida? ¿cómo me voy? Supongo que en un taxi, ¿pero como se pide, en donde? -pensé-

Marlene: Pues claro. Le pediré ayuda al vigilante del condominio. Seguramente él sabe cómo puedo hacerle. Pero no estoy dispuesta a perder esta oportunidad de verlo otra vez. Aunque me arriesgue a que ni siquiera me vea, pero me conformaré con verlo yo, aunque sea de lejos. -me dije y salí del departamento hacia la cabina de vigilancia-

Marlene: Buenas tardes. Disculpe, necesito de su ayuda. Mire, en los próximos días necesito ir a Avondale, como podrá darse cuenta, soy nueva y no tengo idea de cómo hacerle. ¿Será posible que pueda explicarme? -pregunté-

El vigilante me explicó cómo tenía que hacerle, en realidad no era tan complicado. Servicio de taxi que te lleva y te trae de regreso.

Después de eso, regresé al departamento y decidí que sí iré a la presentación de mi nuevo grupo favorito. Y quizás, sólo quizás, tenga la fortuna de ver a César aunque sea de lejos. Con eso me conformo.


______________________________


______________________________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Estoy de regreso. Por favor, comenten y denle muchos likes para subir otro capítulo.

ENAMORADO DE MI FANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora