Capítulo 1- Introducción

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"Qué interesante ser"

Tres palabras que encapsulan a la perfección el primer pensamiento que tiene Severus al verlo.

Al ver su tez oscura, sus rasgos tan afilados, sus brillantes ojos dorados; Mulciber era un interesante ser.

Un sangre pura en toda su expresión, lo vio desde el día una, la sutil y aún así obvia diferencia entre un Sangre pura y el resto del mundo, la forma en la que sus magias los rodean como una segunda piel y fluye en ellos como una cascada de agua, de lo más natural, fluido y agraciado, acostumbrados a ella, acostumbrados a usarla como se usa un brazo o una mano. En general, los magos criados en ese increíble mundo mágico tienen esa familiaridad con la magia, pero los sangre puras ancestrales tenían esa cosa, esa que los hace ver como...más. Separados del plano terrenal, con un brillo y fuerza que podría hacer a un huracán detenerse con solo una mirada negativa. Tiene porte y tiene esa confianza que solo te la da saber que el mundo enteró está a tu merced.

Y Mulciber la carga de un modo tan bizarro como cautivador y fascinante.

Los primeros días ni siquiera se atrevió a ver en su dirección, muy consciente de su posición en todo ese mundo y casa, era solo un vil mestizo, pobre, nada más que una mancha en el zapato de cualquier sangre pura.

Se encontró con que eran compañeros de habitación, junto con Avery y Rosier. Quiso reírse de su propia suerte, van y meten a un mestizo a una habitación con sangre puras que tiene fama de ser despiadados, venga que pinta bien.

Los tres lo pasarón de largo.

Rosier tenía un temperamento volátil, fuerte y no le interesaba quien fuera el receptor, Avery era callado, disfrutaba de hacer rabiar a Rosier, ambos en constantes peleas. Pero Mulciber. Mulciber era...simpático, aunque su carisma nunca estuviera direccionada hacia Severus, él no era sordo a las conversaciones que tenía alrededor. Mulciber se movía entre las personas como una figura de encanto, con sonrisas que a veces eran contagiosas y otra veces espeluznantes, miraba todo con bizarra diversión. Inteligente para salirse con la suya.

Durante su primer año, fue testigo de varios incidentes en los pasillos, incidentes donde Mulciber salió ganador con una sonrisa casi colmilluda. Hacía ver como si el mundo estuviera hecho para él y lo que no, él se encargaba de regresarlo a su lugar.

Severus se vio entre sentir una gran admiración y un gran terror por el moreno. Por una parte quería que esos ojos dorados lo vieran, por el otro, hacía hasta lo imposible para nunca estar a su vista.

Estaba acoplándose a su nuevo estilo de vida, uno que no pintaba tan mal, si los demás compañeros lo ignoraban, podía estar tranquilo, lo más que podía esperar era una mirada de reproche cuando se paseaba muy cerca, pero de ahí en fuera, no había señal de que notaran su presencia.

Lo que habría dado que a eso se redujera su presencia en Hogwarts.

Los leones se volvieron su pesadilla.

Los mismos que estaban aparte de la casa de Lily, ella, que su presencia le traía tanta calma, paz y vida, vestía los mismos colores que esos descerebrados. Los odiaba porque eran lo que él jamás sería: atractivo, popular, social y feliz.Odiaba que se movieran con esa hipocresía. Odiaban los prejuicios de la sangre siendo sangre puras, odian las injusticias combatiendo 4 contra 1, odiaban a los Slytherin siendo ellos mismo serpientes venenosas.

Se atribuían valores que nunca sentían, ¿Que podrían saber sobre injusticias cuando ellos jamás se vieron en la necesidad de escoger comida o ropa? ¿Que carajos iban a saber de ser estereotipado y despreciado cuando encajaban perfecto en la epitome del mundo mágico? ¡¿Con qué derecho se dicen defensores cuando solo son agresores? !

En la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora