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En mis fiestas, suelo invitar a personas discretas que valoran la privacidad y no se dedican a sacar fotos para evitar chismes y rumores. En particular, cuando organizo eventos en yate, la cabina del piso superior se reserva exclusivamente para el anfitrión y su círculo más cercano. Por eso, me sorprendió ver a esta chica del vestido rojo dirigiéndose allí solo al "baño". Decidí averiguar quién era y cuáles eran sus verdaderas intenciones.

Mientras me dirigía al baño, el suave balanceo del yate y el murmullo del mar creaban una atmósfera de calma y relajación. Decidí esperar afuera, tratando de no parecer intrusivo.

Cuando ella abrió la puerta, la luz tenue del pasillo iluminó su rostro, revelando sus delicados rasgos y su elegante vestido rojo.

—¿Te sientes mejor? —pregunté, tratando de mantener el ambiente ligero y sin presiones.

—Sí, sí, sí, gracias. —respondió un poco nerviosa.

Aunque su rostro no me resultaba familiar, su presencia era impactante. Era evidente que llamaba la atención con su belleza, y el vestido rojo resaltaba su figura de manera espectacular.

—No creo haberte visto antes... —comenté, intentando no ser demasiado obvio al observarla.

—Oh... Soy Blair, mucho gusto. ¿Vine con Ivanka y Addison? Al parecer, Nico las invitó hace rato en el lobby del hotel —respondió nerviosa, tratando de aclarar que no era una intrusa.

Su voz era suave, casi musical, y su nerviosismo añadía un encanto natural a su personalidad.

—Oh, sí, las recuerdo. —dije, sintiendo un alivio al confirmar que no se trataba de una extraña.

—¿Y tú debes ser "Leclare"? Así te llamó el de seguridad —preguntó, demostrando que no me reconocía, lo cual me hizo sentir un tanto aliviado.

—Es Leclerc. —corregí con una sonrisa, tratando de hacerla sentir cómoda.

—Entiendo, disculpa la confusión. —respondió con más calma.

—No hay problema. —respondí—. ¿Te sientes mal? ¿Estás mareada o algo así?

—No, la verdad solo quería verme en un espejo. —confesó sinceramente.

—Qué vanidosa, señorita Blair. —bromeé, tratando de aligerar el ambiente.

—No es lo que crees, es que siento que tus invitados me miran mucho, es todo.

Era evidente por qué la miraban, su presencia destacaba entre la multitud. Me nació la curiosidad de invitarla a algo de beber, ya que no estaba realmente enferma.

—Entonces, ¿qué te gusta tomar? —pregunté, ofreciéndole un trago.

—¿Qué recomiendas, Joven Leclerc? —dijo ella con una sonrisa juguetona, imitando al guardia de seguridad, lo que me sacó una pequeña risa—. Prepárame lo que tú quieras, se ve que tienes buen gusto.

La cabina era iluminada por una suave luz que se filtraba a través de las cortinas semitransparentes. El murmullo de la música proveniente de abajo se mezclaba con el suave murmullo de las olas. Me dirigí hacia el minibar, donde se encontraban todo tipo de licores y vinos. Ella me siguió y se sentó en un taburete frente a mí, su figura destacando en la penumbra de la habitación. Decidí prepararnos un tequila sunrise.

—Oh oh oh... —dijo Blair en un tono juguetón, su risa resonando en la atmósfera relajada de la sala privada del yate, donde las luces tenues danzaban sobre las paredes blancas—. ¿Así que tú eres el famoso Charles del que todos hablan?

—Mmm... Solo soy el organizador de la fiesta, nada más —respondí, mientras la miraba, su figura destacando en todo el lugar.

—¿Y a qué se debe la ocasión? ¿Es tu cumpleaños o algo así? —preguntó con curiosidad, su voz suave mezclándose con el susurro del mar.

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⏰ Última actualización: May 11 ⏰

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red temptation » charles leclerc & carlos sainz. ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora