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Aryana's POV:

Mientras me encontraba en un estado intermedio entre el sueño y la realidad, luchando contra las pesadillas que me atormentaban con la imagen de mi padre regañándome por reprobar un examen, el suave murmullo de las voces de mis amigas penetró en mi consciencia, sacándome bruscamente de mi ensueño. Lentamente, abrí los ojos entre cerrados y pude contemplar a través de la ventana el hermoso atardecer de Cancún que pintaba el cielo de tonos dorados y rosados.

—Ary, ¿estás despierta? —canturreó Vivianne, interrumpiendo mis pensamientos.

Un bostezo escapó de mis labios mientras las observaba entrar en la habitación, trayendo consigo el tentador aroma del guacamole y los nachos del restaurante del hotel.

—Te trajimos guacamole con nachos —anunció Jennifer, depositando la comida en la mesa principal de la habitación—. ¿Ya te sientes mejor? Porque vamos a salir de fiesta, sin discusión.

El efecto del alcohol que había ingerido anteriormente finalmente se disipó gracias a esa siesta reparadora. Aunque no era precisamente aficionada a la bebida alcohólica, admitía que una pequeña dosis ocasional no venía mal.

—¿En serio? ¿A dónde? —pregunté, desafiante, a Jennifer, quien parecía dar por sentado nuestro rumbo nocturno.

—Había unos chicos interesantes en el lobby hace un rato. Nos invitaron a una fiesta en un yate, esta noche —informó Vivianne, agregando un toque de misterio a la conversación—. Pero aún no estamos seguras.

—¿A qué te refieres con "no estamos seguras"? —preguntó Jennifer impaciente, confrontando a Vivianne.

—Jen, no conocemos a esos chicos... Es arriesgado aceptar una invitación así, más aún en un país desconocido —advirtió Vivianne, mostrando su prudencia.

—Pero, ¿cómo puede ser peligroso si el personal del hotel está al tanto de la fiesta? Nos dijeron que nos acompañarían al muelle —defendió Jennifer su posición con determinación.

—Sí, pero aún así no me convence del todo —replicó Vivianne, sin ceder en sus preocupaciones—. Ary, ¿te sientes mejor?

—Sí, mucho mejor —respondí, tratando de disipar el ligero malestar que aún persistía—. ¿Les dieron nombres falsos a esos chicos, como les dije?

Había aconsejado a mis amigas utilizar nombres ficticios siempre que salíamos de viaje, como una medida de seguridad para mantener en reserva nuestras identidades y evitar posibles problemas. No queríamos andar divulgando información sobre nuestros padres, especialmente en el caso de Vivianne, cuyo progenitor era William Vanderbilt, un reconocido empresario en Nueva York.

—Sí —rió Vivianne con complicidad—. Yo soy Addison, y Jennifer es Ivanka.

No pude contener una risa ante la ocurrencia de sus nombres ficticios.

—Y tú serás... —Jennifer reflexionó—. Blair.

—¿Blair? ¿Como en Gossip Girl? —pregunté, entre divertida y sorprendida.

—Exacto —asintió Jennifer, con una sonrisa—. Te pareces un poco a ella.

—Está bien, Addison e Ivanka, seré Blair —acepté, sumándome al juego con un toque de sarcasmo.

—¿Significa eso que iremos al yate? —preguntó Jennifer, contagiada por su entusiasmo habitual.

Jennifer siempre fue el alma de la fiesta y la más extrovertida de las tres, dispuesta a tomar riesgos en busca de diversión.

—No —concordamos Vivianne y yo al unísono.

—Como dice Viv, no es seguro —respaldé su opinión, tratando de mantener la cautela.

red temptation » charles leclerc & carlos sainz. ♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora