El Hechizo Circular

Capítulo III

Regularmente, me veo con Enar en la calle antes de llegar a la universidad, pero hoy no hay ni una señal de él. Estoy preocupada, aunque supongo que solo se habrá quedado dormido. De cualquier forma, no creo que eso le afecte mucho, ya que es un estudiante perfecto.

Al menos por hoy, caminaré el resto del camino sola. Todas las veces que caminamos juntos, él insiste en convencer a su mamá de que lo deje usar el carro para pasar por mí e ir a la escuela. Aunque siempre me ha gustado más caminar a su lado; me resulta más tranquilo, y de esa forma puede darme más atención.

El camino se siente solitario sin él, pero justamente me acompaña una ola de escepticismo de todas las personas hablando sobre la grieta en la luna. Ningún gobierno o grupo científico ha salido a dar alguna explicación y, según he visto en las redes sociales, ningún libro religioso o profeta ha tocado un tema así. Supongo que es por eso que toman el tema con pinzas.

Seguro que será tendencia por mucho tiempo. Aunque mi preocupación en este momento es sobre un hombre de ojos verdes que no se dignó ni siquiera a enviarme un mensaje, lo que es muy raro de él porque siempre se asegura de comunicarse conmigo precisamente para no preocuparme.

Conforme me acerco a la escuela, miro a cientos de estudiantes llegando, la gran mayoría en grupo o pareja. De haber sabido que Enar no estaría, habría llamado a alguna amiga...

—Samantha Young, ¿cierto? — Alguien me llama por detrás y esa voz me suena de manera extraña, familiar.

Al darme la vuelta veo a Amber Bree, la chica que me asesinó en mi sueño, aunque ahora desprende un aura completamente distinta.

—Sí, soy Samantha, ¿puedo ayudarte con algo? — Me da algo de nervios, ella es muy popular aquí, no sé por qué querría hablar conmigo.
—Oh, no tengas nerviosa —toca mi hombro —, soy Amber, Amber Bree, mucho gusto, tenemos algunas clases en común, aunque nunca hemos hablado como tal, siempre veo que vas de aquí por allá con tu novio, entonces no me acercaba para no molestarlos.
—Ah, no creo que Enar tuviera algún problema si te acercabas, sé que tiene cara de pocos amigos, pero es un buen chico.
—¿Caminamos? —sonríe tomándome del brazo.
—Oh, de acuerdo. — Amber está muy pegada a mí, es casi como cuando yo me sujeto del brazo de Enar para caminar — Eres muy alta.

Se ríe apretando más mi brazo.

—¿Tú crees? —inclina su rostro y se acerca un poco al mío.
—Por supuesto, la diferencia entre ambas es obvia. — Alejo mi rostro del suyo y miro alrededor cómo todos nos están observando.

Caminamos así durante unos minutos hasta llegar a la universidad, donde nos separamos, cada una tomando su propio camino. Este día ha sido sin duda muy raro y eso que apenas estamos empezando, aún ni una señal de Enar y la chica más popular de la escuela me acompaña a la entrada, tal vez sigo soñando.

Me dirijo a mi salón de clases y siento la mirada de muchas personas sobre mí, suelo pasar desapercibida, pero hoy en específico parece que hoy llamo mucho la atención, ¿tendrá que ver el hecho de que estoy usando falda cuando nunca lo hago? ¿O qué Amber Bree decidiera caminar conmigo? Ni idea. Una vez llegando al salón me siento como siempre hasta atrás, esperando que el resto del día continúe con normalidad.

—¡Sami! —Por lo menos esa voz la puedo reconocer donde sea.
—¡Morgan! —Me levanto a abrazarla—. ¿Todo está bien con tu gato?
—Sí, el veterinario dijo que la cirugía fue un éxito; solo necesita unos días de reposo. Pero ahora confiesa, ¿llegas un lunes temprano sin el señor novio perfecto y abrazada con Amber Bree? Eres una cazadora de gente popular.
—Me alegro de que tu gato esté bien —suspiro debido a su pregunta—. No sé qué se le pasó por la cabeza a Amber, pero nunca habíamos hablado antes, o no de una forma tan directa. Me dijo que no se acercó antes porque siempre estaba Enar.
—Uh, ¿y el señor novio perfecto? Es muy raro que no esté encima de ti.