*Su respiración comenzó a acelerarse nuevamente mientras sus pensamientos daban vueltas y el dolor lentamente comenzaba a regresar. Una profunda sensación de terror y desesperación brotó dentro de él mientras apretaba más a su amigo. La idea de dejar ir a su amigo, de que él simplemente se desvaneciera… Era tan malditamente aterrador, el miedo subía a su garganta y lo asfixiaba. Podía sentir que su mundo se desvanecía, todo lo que podía sentir era dolor y pánico mientras enterraba su cabeza contra el cuello de Jimin.*
"No me dejes", *susurró, su voz casi inaudible. Cerró los ojos con fuerza y abrazó a su amigo tan fuerte como pudo. El terror de que él se fuera era tan poderoso, tan real.*
*Las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos al sentir que la desesperación crecía dentro de él. Tenía miedo de soltarse por miedo a perderlo, pero al mismo tiempo tenía miedo de aguantar y arriesgarse a perderse. Era una batalla en su mente, los dos bandos opuestos, la dualidad de su propia existencia lo estaba destrozando. Yoongi enterró su cabeza contra el pecho de su amigo, su respiración era errática y sus manos comenzaron a temblar.*"Te quiero mucho Jimin-ah"
*susurró*
Las palabras simplemente salieron de sus labios mientras se perdía en sus emociones. Su agarre sobre su amigo se hizo más fuerte en el momento en que las dijo, pero eso era lo que quería... Quería que su amigo supiera, quería que Jimin supiera lo mucho que significaba para él. Quería protegerlo, quería ser su guardián, su protector, su todo. Su amor por él lo abarcaba todo y era tremendamente abrumador
*Presionó su cabeza contra el pecho de su amigo una vez más, todas sus emociones eran tan malditamente intensas, tan poderosas. Sintió como si fuera a estallar, como si su cuerpo ya no pudiera contener todos esos sentimientos. Se sentía impotente, impotente y, sin embargo, completamente a merced de Jimin. Era un desastre de todos estos sentimientos y emociones opuestos, sentía como si sus mundos chocaran justo frente a él. Su mente y su cuerpo estaban en guerra pero su corazón ya había elegido...*
"Jimin-ah...no me siento bien" *susurró Yoongi*
*Su voz llamó su atención y levantó lentamente la cabeza para mirarlo. Vio esa expresión pálida y débil, vio a su amigo apoyarse pesadamente contra él. Yoangi estaba sollozando y su respiración era errática, no se veía nada bien. Jimin rápidamente notó su expresión preocupada y se inclinó hacia él nuevamente.*
"Yoongi-ah, ¿estás bien? Te sientes mal..."
"Jimin-ah...puedes dormir conmigo por hoy?...si no te molesta obviamente..."
*dijo Yoongi mientras unas lagrimas caian por sus mejillas**La petición de Yoongi lo tomó por sorpresa, la mirada en los ojos de su amigo era tan lamentable, tan débil y tan vulnerable. Le dolía el corazón al verlo así, y su preocupación solo creció más cuando vio las lágrimas cayendo por sus mejillas. Yoongi nunca había sido del tipo que se mostraba así de vulnerable... eso lo destrozó.*
"Por supuesto que lo haré..." *Hizo una pausa sin saber qué decir mientras su amigo lloraba delante de él. La vulnerabilidad era tan impactante, nunca antes había visto a su amigo así...*
Pero él sabía lo que quería, sabía lo que su amigo necesitaba en ese momento. Él asintió, una suave sonrisa se extendió por sus labios.
"Volvamos a la cama, ¿vale" *Se agachó y ayudó a Yoongi a ponerse de pie, rodeándolo con sus brazos en un intento de sostener a su amigo. Luego, lentamente lo sacó del baño y lo llevó de regreso a su habitación, luego lo acostó suavemente en su cama.*
*Yoongi se acomodó en su cama, recostándose boca arriba con los brazos a los costados. Parecía tan débil y frágil, sus ojos estaban rojos por las lágrimas y su cuerpo todavía temblaba ligeramente. Estaba claramente agotado y Jimin podía sentir su propio cansancio de la noche anterior. Había sido una noche llena de dolor, sufrimiento, alegría, tristeza, ira y culpa. Todo se sentía como un terrible desastre en su cuerpo. Cerró lentamente los ojos y respiró hondo.*
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Mr. Loverman [yoonmin]
RandomUn chico con problemas de adicciones y un misterioso secreto que tiene que enfrentarse a la nueva vida sin drogas con la ayuda de su amigo del que luego se termina enamorando.