El fuerte resplandor en sus ojos resultaba insoportable; lo detestaba. Su boca estaba seca, la garganta le dolía como si no hubiese bebido nada en años. Intentó llevar una mano a su rostro, pero algo se lo impidió. Abrió los ojos de golpe, retorciéndose por la intensidad de la luz, tardando unos minutos en adaptarse al ambiente y, al enfocar mejor su vista, se percató de que se encontraba en una habitación desconocida.
Sus manos estaban atadas a la cama con una soga ajustada. Frunció el ceño; su torso estaba desnudo, cubierto de vendas, incluso en el rostro.
¿Dónde mierda estaba?
La puerta se abrió, captando su atención.
La sorpresa fue grande al ver a Jimin entrar en la habitación y mirarlo con los ojos bien abiertos. Jeon se sintió aliviado, había temido de que "El Cielo" lo hubiese atrapado. Suspiró aliviado y cerró los ojos; al menos, no estaba en peligro, aunque, débil y atado, con Jimin vivo frente a él era una gran amenaza.
Una chispa de comprensión apareció en su mente: Jimin también buscaba acabar con él. No sería extraño que lo entregara a los cazavampiros.
Forcejeó para liberarse, pero su fuerza no respondía. Jimin lo observaba desde la puerta, recorriendo su figura y, al disponerse a entrar, los colmillos del vampiro salieron amenazadoramente.
—Despertaste. —habló el rubio finalmente, ignorando los colmillos y entrando con naturalidad en su habitación.
JungKook lo observó detenidamente. Jimin llevaba shorts a la rodilla, revelando sus rodillas vendadas, y el rostro dejaba ver pequeñas heridas cubiertas con banditas. El resto de su cuerpo estaba cubierto con una polera negra de cuello alto y mangas largas.
—Libérame. —exigió el pelinegro retorciéndose.
—No soy tan estúpido como para eso, fenómeno. —Jimin se acercó con confianza, notando que Jeon no podía liberarse ni usar sus poderes. —¿Qué pasa, vampirito? ¿No puedes desatarte?
Jimin se burló, disfrutando de la ironía de la situación después de que el demonio se hubiera burlado de él incluso en su peor estado.
—No te atrevas a provocarme.
—¿Por qué? ¡Uy! ¡Qué miedo me das! —Jimin rió, observando directamente los ojos de JungKook. —Me debes la vida, vampiro. Ahora mismo, podría entregarte a esos extraños que te persiguen.
—Hazlo. —retó el pelinegro. —No olvides que también te matarán a ti. Estamos del mismo bando, Park.
—La diferencia es que tú eres un monstruo y yo no. —habló Jimin acercándose, Jeon siempre lograba enojarlo.
—Créeme, la diferencia entre nosotros no es muy grande. —JungKook acercó su rostro al rubio y sonrió. —Corrompido.
La palabra resonó en la mente de Park, recordando las veces que la había oído. En medio de la pelea, en su discusión con el arcángel y ahora el demonio se la repetía.
— ¿Qué?
—Estás corrompido, Park. —JungKook rió. —Si "El Cielo" te atrapa, te matarán, como a mí.
JungKook sonreía con sorna, irritando a Jimin como siempre.
—No puedes delatarme porque te pondrías en peligro. —recordó el pelinegro. —Es estúpido amenazarme con eso, no te debo nada, Park, nada.
—Pero yo...
— ¿Qué? ¿Me salvaste la vida? Era obvio que lo harías, si no, morirías tú también. ¿Quién te salvó de los cazavampiros?
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Ambrosia |JJK&PJM|
FanfictionLa vida de Jeon JungKook pende de un hilo, perseguido por poderosas facciones y atrapado en una encrucijada de vida o muerte. Su destino toma un giro inesperado cuando en su camino aparece Park Jimin, creando en él una obsesión única y desmedida. Un...