Ambrosia |JJK&PJM|

01

La noche se volvía más fría a cada paso que daba por esa tenebrosa calle. Todo en ese barrio era aterrador y la oscuridad de la noche no ayudaba a mejorar el ambiente. La tenue luz de las farolas se apagaba con cada pisada que daba. Todo el lugar estaba desierto, no se veía a nadie en las calles, solo el molesto chillido de los murciélagos y grillos perturbaba el profundo silencio. Jimin juraría que su desbocado corazón era el ruido más estruendoso en ese lugar. Se arrepentía del momento en que decidió regresar a su reunión por ese rumbo.

El olor a humedad penetraba en lo más profundo de su ser y lo hacía estremecerse. No sabía si temblaba del frío o del espanto que lo invadía a esas altas horas de la madrugada, caminando hacia su apartamento completamente solo. A pesar de que era pleno verano, parecía como si un invierno repentino hubiera llegado a ese lugar tan horripilante.

Sus pies se movían por sí solos a gran velocidad mientras su mente permanecía en un lugar aislado, concentrado en su entorno y en el pánico y la inquietud que le producían las mohosas paredes de cada edificio.

Esa noche estaba particularmente más oscura que de costumbre, tal vez era debido a la ausencia de luna en el cielo nublado o eran los sentimientos de Jimin que se encontraban a flor de piel.

Mientras más avanzaba, más lóbrego parecía su camino y de un momento a otro una extraña sensación le carcomió el pecho, haciéndolo alarmarse. Un fuerte estallido a la distancia lo hizo flexionar las rodillas por reflejo y cubrirse la cabeza.

Un disparo.

Pudo reconocerlo fácilmente cuando sintió el estruendo casi frente a sus narices. Había quedado completamente paralizado, sin saber cómo reaccionar, cómo moverse, qué hacer. Nada de él reaccionaba como era debido. Sabía que debía correr, que debía escapar, pero simplemente estaba paralizado allí, con su respiración errática, que no había manera de que pudiera controlar, y su corazón a millón, sin siquiera pestañear como era debido.

Un griterío ensordecedor proveniente del frente, junto a la continuación de los disparos, lo hizo reaccionar y cuando se giró a punto de salir corriendo simplemente se detuvo. Retuvo su aliento y retrocedió lentamente con las manos temblando. El latido de su inestable corazón resonaba en sus oídos y sus pies parecían haber perdido todas las fuerzas que segundos atrás había acumulado para comenzar a correr. Su boca seca y manos húmedas eran síntomas del fuerte nerviosismo que lo atacaba en ese instante y parecía querer devorarlo.

Frente a él pudo visualizar en la abrumadora oscuridad la figura de alguien a quien no lograba distinguir bien, pero su sola presencia infundía miedo hasta en lo más profundo de sus huesos.

Podía sentir el peso de la aterradora mirada sobre su persona, haciéndolo temblar.

Jimin dio tres pasos hacia atrás mientras que la persona frente suyo daba solo uno o ni siquiera hacía el intento por moverse. Los gritos a su espalda aumentaron junto a los ruidosos disparos que hacían un fuerte eco en su mente.

El ruidoso suspiro de la persona frente a él lo hizo saltar en su lugar siendo presa del pánico. Y este gesto no pasó desapercibido para aquel otro individuo que lo estudiaba de pies a cabeza, evaluándolo fijamente. Park quería correr, sabía que necesitaba escapar de esa extraña situación pero en momentos tan estresantes como estos su mente dejaba de reaccionar y de emitir pensamiento lógico, simplemente estaba petrificado en su lugar.

La figura frente a sus ojos se movió súbitamente sin que Jimin lo esperase, y cuando trató de reaccionar unas frías manos con un agarre bastante fuerte apresaron su nuca, sacándole todo el aire que había podido retener en sus pulmones. El frío y desconocido tacto en su piel le hicieron tensarse y sentir como el peligro se encontraba justo frente a sus ojos, ni siquiera podía hablar del pánico.