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❝¿Te he encontrado? pájaro sin vuelo, celoso, llorón,
¿o te he perdido?— flightless bird american mouth.❞
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━━ ˓ ֹ 𖥻 LA REINA DABA BOCANADAS DE AIRE CON EL FIN DE NO DESFALLECER. Las manos ejercían presión en la anchura de la herida del abdomen, ¿acaso moriría de forma tan humillante? observó los orbes frívolos del cazador quien solo era cómplice de su caída mientras las puertas del aposento se abría en par a par. Los guardias lo aprisionaron a lo que este lanzaba una escalofriante carcajada.
Rhaenyra perdía; se lamentó de tantas cosas pero jamás de él. La tranquilidad la asfixió incluso estando entre los brazos de ese que amaba; "tuve una vida para amarte pero solo me permitieron media para hacerlo" susurró, sin embargo, cuando creyó que todo acabaría despertó sobresaltada.
La muerte le respiraba en la nuca noche tras noche como advertencia de un mal augurio. Las pesadillas aumentaban sin brindar tregua alguna: era desesperanzador verse morir frente alguien desconocido y luego ser acobijada con tanto cariño. El rugido agónico de la dragona Syrax embistió el lugar en señal de los sentimientos turbulentos de su jinete, Rhaenyra se estremeció.
— ¡Guardias! —Exclamó la princesa al borde del desesperó.— Preparen a Syrax, las embarcaciones, partiremos esta misma noche al Desembarco del rey.
La princesa Rhaenyra Targaryen, única hija del rey Viserys I Targaryen con Lady Aemma Arryn se encontraba viajando por los siete reinos, de hecho, solo trazo una temporada en la fortaleza roja luego del accidente de su medio- hermano más, en los planes de la mujer estaba por conocer; ser libre de las asfixiantes conspiraciones además identificar las necesidades del pueblo que en un futuro regiría.
La protectora del reino.
Aun así, antes someterse a la aventura se atrevió a forjar un vinculo con cada hermano paterno claro, mostrando una leve preferencia por el tuerto.
El éxtasis impregno cada fibra al momento que piso del exterior. Se despidió con aparente alegría de los habitantes del valle Arryn incluso se excuso por el repentino cambio de planes. Syrax rugió dando una calurosa bienvenida al jinete que acababa de cabalgar sobre el lomo. Rhaenyra comando al dragón dando ordenes de vuelo, así fue.
