❝Tu tienes la medicina que yo necesito.
Dispáralo directo al corazón, por favor— Gods & Monsters.❞
━━ ˓ ֹ 𖥻 RHAENYRA BUSCABA CONCILIAR EL SUEÑO, sin embargo, el bulliceó del exterior lo impedía. El corazón revoloteaba escandalosamente causando que la princesa fuese una laguna de los nervios, la misma sensación del fatídico día y con duda, lentamente sus pies se deslizaron fuera de la cama y con ello su cuerpo también. Las sabanas cayeron al suelo y su camisón se arrastró por las baldosas heladas mientras emprendía a un camino sin retorno.
Hace un par de horas atrás la esposa del príncipe Daemon inició el trabajo de parto; los gritos agudos de Laena la perturbaban a más no poder. El escudo protector de la princesa ,Ser Harwin Strong, observó a la heredera con curiosidad tras verla como se encaminaba a la dirección de la sala de partos mientras ella, respiraba con agitación.
Ahí pereció su tan apreciada madre.
El estomago se prenso y unas inaudibles ganas de vomitar la gobernaron. Las palmas de las manos comenzaron a sudar, ¿por qué no se callaba? el ardor en los ojos indicaban que en cualquier momento brotaría las lagrimas. La luz amarillenta proveniente de dicho aposento se colaba por unas de las rendijas de las puertas de madera pero, algunas sombras se proyectaban haciendo ilusión que se movían de lado a lado allí. Alzó la mano temblorosa con la vaga intención de adentrarse para ser testigo del cruel escenario; mortificarse nuevamente, maldecir a los dioses y pedir clemencia, sin embargo, su acto valeroso fue obstruido.
Una fuerza la obligo a girarse sobre los talones e inmediatamente fue reconfortada ante una calidez inexplicable. Los sollozos por parte de la princesa se mezclaron con la sinfonía de los gritos por parte de la mujer Velaryon, ¡oh! pobre, pobre, mujer.
— Vámonos.— Indico quien la tenia sujeta. El rostro de Rhaenyra yacía enterrado en el pecho ajeno, conteniéndose.— Lady Laena estará bien.
— Se ira...se ira. — Masculló aferrándose.
No obstante, el desasosiego culminó al momento que un chillido similar aun jabalí impregno el desolado castillo. Había nacido, si, los susurros fueron más altos que antes y Rhaenyra se tambaleó. El agarré sutil obligó que levantara la mirada y sonriera como si la seguridad estuviera en los brazos de ese que la abrigaban, Rhaenyra, era el contraste de una joven herida en el cuerpo de una mujer.
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THE QUEEN'S PET| RHAEMOND
Fanfic⸺⸺𝐓𝐇𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍'𝐒 𝐏𝐄𝐓;; ❝Amar es destruir, y ser amado es ser destruido.❞ RHAENYRA TARGARYEN X AEMOND TARGARYEN. Todos los derechos reservados.