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❝Mi bebé dijo: déjame saborear tu silueta...
puedes hablar entre mis piernas.— Baby Said❞
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━━ ˓ ֹ 𖥻PARA SORPRESA DE LE HEREDERA LAENA VELARYON LA INVITO A TOMAR EL TÉ EN EL JARDÍN. Hubo un tiempo que el dúo de primas se vio en la obligación de separarse por lo menos, hasta que los rumores de un romance que las involucraba a ellas al lado del príncipe Daemon se apaciguara. Siempre tan unidas, tan iguales pero, diferentes en voluntad de fuego.
— En el atardecer partiremos, prima. — Dijo la mujer morena formando apenas una mueca.— Hemos incomodado lo suficiente.
La princesa junto las manos y se enderezó. Quizás, la repentina ida significaba algo entre letras que no podía acertar con facilidad o pueda que era muy susceptible a las despedidas prematuras. Adoraba la compañía de la joven Velaryon, pese asemejar a una edad tan cercana podían cotillear con comodidad incluso resultaba cómico al estar conversando sobre el supuesto amorío que llevaban a cabo.
— Sabes que no me molesta que estén en la fortaleza.— Suspiró mientras detallaba con cuidado la piel morena, los orbes violáceos, los cabellos platinados que caían como cascada sobre los hombros.— Me parece gratificante...además he tenido nula oportunidad de compartir con las gemelas.
Laena agarró de repente las manos de la princesa aproximándose a ella. En un tiempo muy remoto, Rhaenyra albergó un profundo aborrecimiento hacia su prima por el simple hecho de escoger al hombre que ella codiciaba, incluso fue un insulto enterarse del matrimonio, exacerbando su resentimiento, pero las perezas se alivianaron cuando se enteró que Laena yacía en cinta, quizás, por ese banal acontecimiento se permitió tirar el ego herido al suelo y acercarse.
— Podrás visitarnos, Nyra.— Sugirió frente el rostro angustioso de la contraria.— Como siempre eres bienvenida.
— ¿Daemon ha estado de acuerdo en marcharse tan pronto?—Cuestionó.
Conocía el lado impulsivo de su tío incluso del deseo de pasar más tiempo en la fortaleza.
