El enfrentamiento de los hermanastros

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Me levanto temprano con la esperanza de que el día mejore aunque con mi hermanastro en la casa eso es imposible. Me pongo una camisa de manga larga color blanca y un pantalón estilo mamá de cintura alta. Cuando bajo hacia la cocina lo primero que me encuentro es con un Hades carismático ayudando a papá a poner la mesa mientras que Larissa espera sentada su desayuno. —Hades me ha ayudado a preparar el desayuno. ¿Qué te parece Joy?—mi padre está muy entusiasmado. Él siempre quiso tener un hijo varón y Hades estaba cumpliendo su sueño frustrado.

—Espero que les guste lo que hemos preparado, señoritas— sonríe victorioso. Así que su plan de quitarme a papá va muy en serio.

—Yo estoy muy ansiosa de probar esa ricura. Mmm todo huele muy bien—comenta Larissa con una sonrisa y el resto de nosotros nos sentamos para deleitar los Waffles rellenos de frutas que prepararon los hombres de la casa. Me encantaría decir que quedaron horribles y no pude disfrutarlos para nada porque Hades puso sus manos en ellos pero la verdad es que están demasiado buenos. Los mejores que he probado en toda mi vida.

—¡Les tengo una buena noticia, muchachos!—¿Hades se va? Fantaseo en mi mente con que diga algo así pero sé que no va a ser nada de eso.

—¿Cuál es?—pregunto un poco desanimada porque sus sorpresas últimamente me han caído como un balde de agua fría en la cara.

—Debido a que te quejaste de la motocicleta de Hades. He tomado la decisión de prestarle mi auto a él para que te pueda llevar al Colegio todos los días. Será mucho más conveniente para nosotros si él te lleva y te trae de regreso a la casa. Así yo podría quedarme más tiempo en el trabajo para ayudar a Larissa con el entrenamiento de los nuevos empleados de la cocina—explica mi padre.

—¿Pero qué pasará contigo? Larissa y tú no siempre tienen el mismo horario. ¿Cómo harás para ir al trabajo los días que ella entre más tarde?

—Ellos no tienen que preocuparse por eso porque ya que voy a usar el carro de Daniel yo puedo prestarle mi motocicleta. Claro si no le da miedo montarse en ella como Joy—me sonríe con  mala intención porque sabe que me está molestando con su ofrecimiento.

—¿Miedo yo? ¡Jamás! Yo adoro las motocicletas— responde entusiasmado. —Lo mío siempre fue la aventura—una sonrisa nostálgica se dibuja en su rostro. —¿Saben? Antes de que mi pequeña Joy naciera no solo solía correr motora, yo las domaba como Steve Irwin a sus cocodrilos— recuerda su pasado con una reluciente sonrisa en su rostro.

—Nunca me dijiste que te gustaran las motoras—me lo estaba imaginando con una ropa igual a la de Hades junto a mamá corriendo en una moto mientras el viento jugueteaba con su rizada cabellera castaña pero al pensar en ella en un recuerdo alegre sacudo mi cabeza para borrar ese pensamiento porque no quiero acordarme de esa mujer que no tuvo el valor de despedirse y decirme porque no fui lo suficientemente buena como para hacer que se quedara.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí, hija. Hubo un tiempo en el que tu padre fue joven y aventurero como tu hermanastro Hades— sus ojos brillan con emoción. —Solo que cuando uno tiene hijos, todo cambia. Te llenas de responsabilidades y debes de dejar muchos de tus pasatiempos atrás pero eso es parte de crecer. Todos llegaremos a esa etapa algún día—me sonríe.

—¿Extrañas mucho ese pasado?—había muchas cosas que no sabía de él. Era por eso que trataba de no quejarme nunca porque no quería ser egoísta con la única persona dispuesta a sacrificar todo por mí.

—No niego que a veces fantaseo con ese pasado pero la verdad es que me siento muy satisfecho con la vida que tengo ahora. Tengo una novia que me ama, un nuevo hijo y una hija de la que me siento muy orgulloso. Tú llenas mi mundo de felicidad y no me arrepiento de haber dejado todo por ti ni un solo momento—me sonríe tiernamente.

Mi hermanastro es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora