Segundas oportunidades

125 6 0
                                    

Cuando el doctor nos dio la noticia positiva acerca de los signos vitales de Hades al fin pude respirar de nuevo. Creo que todos recuperamos nuestra paz sobre todo mi padre que era quien más culpa sentía. Así que sin querer desperdiciar más tiempo fuimos a verlo, todos nos sentamos como pudimos y nos quedamos observándolo alerta como si se tratara de una película de suspenso. Si ya había movido su mano eso significa que en cualquier momento puede abrir sus ojos y no nos queremos perder ese momento. Todos nos tomamos turnos para quedarnos con él mientras el resto descansa, vamos uno por uno para no atiborrarlo de visitas, yo soy la ultima de todos. Llena de mucha nostalgia me pongo a conversar con él aunque no estoy segura de si puede escucharme me gusta contarle cosas que sé que le pueden traer felicidad. Cuando comienzo a contarle sobre la primera vez que lo vi sus ojos comienzan a moverse. Me quedo inerte sin saber que hacer, casi no puedo creer que Hades esté a punto de abrir sus hermosos ojos que tanto me gustan. Quisiera salir para contarle a todos lo que ha pasado pero quisiera permitirme ser un poco egoísta y disfrutar sola de este momento. El resto puede verlo después cuando ya realmente haya abierto los ojos.

—Hades si puedes escucharme por favor abre los ojos—acerco mis labios a su oído y acaricio su hermosa cabellera. —Necesito que despiertes para poder seguir escribiendo esta hermosa historia de amor. Necesito borrar los puntos suspensivos para poder continuar este capítulo.

—¿Joy?—musita con un hilo de voz y se aferra a mi manos.

—¿Hades?—me echo hacia atrás sorprendida con los ojos hechos agua. 

—¿Que me ha pasado?—levanta su mano y echa sus rizos hacia atrás.

—No sé si te acuerdas pero tuviste un accidente en motora y quedaste inconsciente—le cuento tratando de mantener una voz tranquila.

—¿Y como cuanto tiempo llevo durmiendo? ¿No me digas que han pasado como tres años y te casaste con Santiago y ahora tienes como tres hijos con él?—dice en tono de broma.

—Veo que ni convaleciente dejas las bromas Hades Goodwill, por supuesto que no han pasado tres años y jamás me casaría con otro que no seas tu—sonrío aliviada por verlo tan alegre y despierto como siempre.

—Más te vale porque si no me romperías el corazón.

—Jamás será mi intención romperlo, mi único deseo es poder cuidar tu corazón para siempre.

—Lástima que tu padre no nos vaya a permitir estar juntos. Después de lo que pasó seguro mi madre se mudará a la casa vieja y él te alejará de mí.

—Por mi padre puedes estar tranquilo, él no desea separarnos. Está tan enfocado en que despiertes como para ponerse a hacer un escándalo.

—Entonces creo que este accidente sirvió de algo.

—¡No digas eso! ¡Pudiste nunca haber despertado tonto!—escucharlo decir eso aunque sea de broma me conmociona. Tan solo pensar en todas las cosas que pasaron por mi mente cuando estaba convaleciente aun hace que mi piel se ponga de gallina. Tenía miedo de que no despertara, todos lo sentíamos. Creo que él está tranquilo porque no tuvo que pasar por el dolor de ver a alguien que realmente le importa convaleciente.

—Pero desperté, ahora solo nos queda tomar lo positivo de este terrible momento y recuperar el tiempo perdido—agarra mis manos y hace que mi cuerpo caiga sobre el suyo.

Mi hermanastro es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora