Debo tomar una decisión antes de que termine lastimando a demasiada gente, no quiero ser la causante de la peor de las catástrofes. Prefiero sacrificar a una sola persona que herir de muerte a tres así que me pongo en segundo lugar de nuevo y no me importa si yo quiero esto tanto como él lo nuestro es imposible. Si seguimos adelante dañaremos a muchas personas y yo no pienso ser la causante de tanta destrucción. Estaba dispuesta a arrancar este nuevo sentimiento de raíz antes de que pudiera esparcirse con mas fuerza y echara raíces dentro de mí. —Esas palabras que has dicho, ¿acaso lo estás confesando todo?— mi sentencia estaba firmada y puesta sobre la mesa. Ya no me queda otra salida que romperle el corazón a Hades para proteger el de mi padre. Santiago es bastante cercano a mi padre y estoy muy segura de que si descubre la verdad se lo contará todo con tal de protegerme de Hades. Así que no me queda otro remedio que armarme de valor y enfrentar mi realidad, debo matar cualquier ilusión que tenga Hades conmigo para salvarnos a ambos. Aunque sé que al hacerlo me sentiré vacía, es mi deber moral como hija evitarle una decepción a mi padre. Rechazar a Hades es lo correcto porque salvará el noviazgo de nuestros padres y también lo librará de convertirse en el villano de esta historia porque conociendo a mi padre como lo conozco estoy segura de que lo tratará como a un criminal y lo culpará de haberme seducido porque él siempre es el malo y verlo sufrir por mi culpa sería demasiado doloroso para mí. Solo espero que algún día él pueda entender que todo esto lo he hecho para evitarle tener que cargar con una cruz mucho más pesada sobre la espalda.
—¡Él no ha confesado nada, eres tú quien lo ha malinterpretado todo! ¡Tú más que nadie sabes que entre Hades y yo a estas alturas de nuestra vida solo puede existir una relación de hermanos! No existe un amor entre nosotros, ni existirá porque está prohibido y nuestros padres no lo permitirían. Él y yo solo hemos arreglado nuestras diferencias y estamos dispuestos a hacer una tregua para dejar de discutir cómo gatos y perros porque después de todo vivimos en la misma casa. Eso es todo lo que ha pasado— lo miro con tristeza y sonrío con falsedad sobre todo cuando me toca decir que solo podemos ser hermanastros. Descubrir que en realidad no lo odiaba tanto como creía ha sido más doloroso de lo que pensaba. Jamás imaginé que un chico tan arrogante, fastidioso y odioso pudiera gustarme demasiado.
—¿Ya te sientes mejor Santiago? Tú ganas, ¿estás satisfecho? ¿Ahora que mi hermana te ha callado la boca será que podrás dejar de cuestionarnos?— Hades lo mira a los ojos con furia y con ganas de acribillarlo. Conocía esa mirada porque yo la tuve muchas veces cuando él siempre se salía con la suya. De seguro en este instante estaba pensando en que Santiago siempre ganaba aunque no moviera ninguna ficha.
—Solo espero que esta vez aceptes tu lugar al lado de Joy y que no seas así de intenso en la casa porque últimamente te he visto mirarla de una manera que cualquiera podría confundirse así que cuidado porque quien terminará por dudar de lo que sientes por ella será el mismo Daniel— Hades se llena de rabia y lo siento híper ventilar detrás de mí. Cierra sus puños amenazantes con ganas de golpear a Santiago pero se contiene, relaja sus manos y suspira.
—No vale la pena gastar mis energías en ti. Siempre he sabido que no eres más que un perro que corre tras Joy porque nadie más te hace caso. Solo la quieres porque es la única que ve en ti cosas que en realidad no tienes y el hecho de que ella piense que vales la pena llena los vacíos de tu triste vida— Santiago se queda serio y respira profundo pensando en la próxima piedra que va a lanzarle.
—Puede que esté vacío por dentro, pero al menos no estoy tan jodido mentalmente como tú. Siempre has sido un demonio que se alimenta del sufrimiento de otros. Eres dañino incluso para tu propia madre que nunca fue capaz de mencionar tu nombre porque hacerlo le causaba dolor. Espero que no te hayas sentido mal de que nadie supiera que eras su hijo, no la puedes culpar por eso. Yo también te hubiera negado—Santiago le da un golpe muy bajo a Hades y de seguro en este mismo instante ha de sentir que lo apuñalaron por dentro. No puedo creer que mi dulce mejor amigo haya sido capaz de tanto. Siempre pensé que él era mejor persona que Hades pero ahora puedo ver que no es así y que en cierto punto mi hermanastro tenía razón cuando dijo que éramos personas malas intentando ser buenas.
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Mi hermanastro es un idiota
Romans¿Qué haces cuando el destino decide juntarte con el chico que más odias?