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Eran las nueve de la mañana en punto cuando Jungkook partió de Busan a Seúl, apenas y había dormido unas tres horas, pero necesitaba llegar a ver a Jimin, la insistencia de su chico por verlo, lo tenía intrigado, algo dentro del pecho le decía que se avecinaban nuevas amenazas.

Nada más entrar a la ciudad, condujo hasta la zona residencial donde estaba la casa de Jimin. Cuando llegó no se molestó en tocar pues el rubio le había dado una llave, y subió directo a la habitación, nada más entrar se sorprendió al ver a Jimin sentado sobre la cama, estaba despierto, pero no hizo ningún ademán de moverse al verlo entrar, de hecho ni siquiera se movió, sus piernas estaban flexionadas hacia arriba y sus brazos las envolvían, su rostro estaba girado hacia la ventana que ya mostraba lo que parecía ser una hermosa mañana.

—¿Jimin? ¿Mi amor? —lo llamó mientras se sentaba en la orilla de la cama, pero el rubio siguió en su misma posición.

No fue sino hasta que tocó sus manos que Jimin volteó a verlo, sus ojos mostraron sorpresa pero no dijo nada, solo se soltó de su agarre para tirarse sobre sus brazos en un abrazo desesperado.

—¡Hey! ¿Qué pasa? ¿Qué sucede bebé? —dijo hablando dulcemente a su oído, mientras sus manos acariciaban cariñosamente su espalda.

—Kook… yo… —comenzó a decir Jimin, pero se interrumpió, se separó de su abrazo y fijó sus ojos en su rostro.

—¿Jimin que pasa mi amor? Me estás preocupando, ¿sucedió algo? Dime —insistió al ver el rostro desencajado de su novio.

Manchas oscuras debajo de sus ojos revelaban que no había dormido nada.

—Jungkook, tengo que decirte algo importante. Pero por favor necesito que me escuches atentamente —dijo por fin y él solo asintió en reconocimiento.

—Como ya sabes cuando llegue a América y me puse en contacto con los vigilantes, comencé a entrenarme para poder vengarme, en el proceso conocí a Yoongi y a Tae, pero también conocí a alguien más. De entre todos los entrenadores que tuve hubo uno con el que hice una conexión más intensa, él se encargaba de enseñarme lucha cuerpo a cuerpo y a utilizar los cuchillos. Shownu era… es uno de los mejores asesinos a sueldo de los vigilantes, nunca ha fallado en una misión y es letal, en ese momento yo me sentía más que bien a su lado, y poco a poco crucé la línea de lo profesional con él.

Jungkook lo escuchaba atentamente, y no pudo evitar una punzada de celos al descubrir que su precioso novio le estaba hablando de un ex novio al parecer, pero no quiso decir nada y se limitó a seguir escuchando.

—Desde que llegué a la guardia, siempre escuché rumores sobre él, unos buenos, otros malos, pero todos tenían un factor en común y era la admiración que sentían por la muerte, así es como le dicen. Yoongi mismo me advirtió muchas veces sobre él, pero en ese tiempo yo estaba fascinado por él, más que nada por su lado como asesino. Pero cuando él comenzó a invitarme a salir, a llevarme obsequios, y ser más atento de lo normal, no pude evitar el que comenzará a atraerme, no lo puedo llamar amor, porque no lo era, era atracción sexual y un sentimiento de comodidad en su presencia, hasta que pasó lo inevitable.

Jungkook empujó el interior de su mejilla con su lengua y rogó porque Jimin no le fuera a contar sus aventuras sexuales con ese tipo, al que sin conocerlo ya lo odiaba. El rubio lo notó y tomó sus manos entre las suyas, como tratando de tranquilizarlo.

—Después de nuestra primera noche juntos, todo cambio. Shownu seguía siendo lindo y atento conmigo, hasta el momento en que alguien se me acercaba, en ese momento iba bestia que no había visto aparecía, se ponía celoso de cualquiera que se me acercara, fuera hombre o mujer, comenzó a querer controlar todo lo que hacía a cada minuto del día. En una ocasión le rompió el brazo a un nuevo recluta cuando se tropezó y accidentalmente tocó mi trasero y a mi comenzó a gritarme como loco.

복수 ★REVENGE★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora