Jimin vuelve a Corea después de cinco años para vengar la muerte de sus padres y de casualidad conoce y se enamora del hijo de su peor enemigo.
Jungkook odia a su padre por todo el daño que le ha hecho a él y a su madre, por eso no duda en ayudar a...
Normalmente cuando una persona dice que daría la vida por alguien a quien ama, sabes que lo dice de forma figurativa. Existen aquellas que ofrecen donar órganos a sus seres amados, sean familia, pareja o amigos, aquellos que sin dudar van a ofrecer lo que tienen para ayudarte en un mal momento, pero esas que están dispuestas a morir por tí, realmente son casi nulas.
Y Park Jimin pertenece a esa última clase. Por eso mismo es que no lo pensó y en cuanto tuvo en sus manos la ubicación de dónde Shownu tenía a Yoongi fue hacia allá. No le dijo a nadie, apagó su teléfono, tomó las llaves de su auto y condujo hasta la ubicación.
Una bodega abandonada a las afueras de la ciudad, lo recibió, el área parecía haber pertenecido a una construcción. Examinó el lugar mientras caminaba hacia la entrada. Una vez que puso un pie dentro pudo ver a Yoongi atado a una silla en medio del lugar, por la posición de su cabeza podría decir que estaba inconsciente, pero no veía rastro de la muerte, aunque sabía que él lo estaba observando.
Caminó hasta su amigo y la puerta se cerró de forma automática, Jimin giró el rostro y vio como en apariencia la única ruta de escape se cerraba, no perdió la calma y se enfocó en liberar a su amigo.
—Gatito, hey, gatito, reacciona —le susurraba mientras lo golpeaba suavemente en la mejilla.
Un quejido bajo salió de los labios del castaño, antes de que sus ojos felinos se abrieran lentamente y comenzará a parpadear para enfocar la vista.
—Jimin… es una trampa… el hijo de puta me engañó —se quejó Yoongi, su voz sonaba como si estuviera tomado.
—Lo sé gatito, pero no te iba a dejar aquí, ahora trata de recuperarte rápido, debemos salir —dijo un poco más alto de lo prudente, pero Yoongi no lo cuestionó.
Sacando uno de sus cuchillos favoritos de la pernera que llevaba, cortó las ataduras de sus manos y piernas, antes de ayudarlo a levantarse. Yoongi aún estaba afectado por el sedante así que su fuerza no se había recuperado del todo, y se dejaba llevar por Jimin apoyado en su brazo.
—¿Ya te vas muñequito? Si apenas vamos a empezar —la voz de Shownu resonó en el almacén vacío.
Jimin apretó los puños y sostuvo con más fuerza a Yoongi.
—Dejame llegar a Yoongi afuera, esto es entre tu y yo —grito Jimin sin despegar la vista de la puerta cerrada.
La muerte no respondió, pero el sonido del mecanismo automático al activarse fue su respuesta, la pesada puerta de metal se abrió solo lo justo para que Jimin pasará. El rubio caminó decidido hasta la camioneta y subió a su amigo al asiento del copiloto, le entregó las llaves y se dió la vuelta, no pensaba huir, ya era el momento de terminar con eso.
Entró de nuevo al almacén y como esperaba la puerta se volvió a sellar, caminó hasta donde había estado atado Yoongi y esperó. No pasó mucho antes de que los pasos lentos y firmes de Shownu resonarán al acercarse.
—Esta es tú última oportunidad muñeco, toma mi mano y ven conmigo y nadie más saldrá herido, o bueno nadie más después de él imbécil que se atrevió a tocarte —habló la muerta parada detrás suyo.
Jimin soltó una risa ahogada y se giró para verlo a los ojos.
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—¡Maldita sea! ¿Por qué carajos se fue solo? —Jungkook maldecía por quinta vez mientras Taehyung, Jackson y Hoseok y él manejaban hasta donde según las coordenadas que les había dado Jin estaba el rubio y Yoongi.
—Calmate Kook, Jimin es uno de los mejores asesinos, no es ningún debilucho, Shownu no podrá contra él —trató de tranquilizarlo Tae, aunque él mismo estaba muriendo de nervios.
—No me digas que me calme Taehyung, yo sé que Jimin es muy capaz y por supuesto que no es débil, pero si el no hacer nada salva a Yoongi, eso mismo es lo que va a hacer.
Taehyung no respondió, porque sabía que era cierto, Jimin daba todo por quienes amaba, solo rogaba porque no tuviera que estar en esa situación. Cuando el carro entró en el camino de tierra de la construcción vieron de inmediato la camioneta de Jimin, los cuatro se bajaron y encontraron a Yoongi semi inconsciente.
Jackson se apresuró a revisarlo, débilmente Yoongi les informó que Jimin estaba adentro. Jungkook corrió hacia la puerta de metal, pero no logró moverla, Hoseok se comunicó con Jin para ver si había algo que él pudiera hacer, pero el castaño negó, debían de buscar la forma de entrar.
Estuvieron buscando en los alrededores, hasta que Jungkook encontró una escalera que lo llevaba al techo de la bodega donde un enorme tragaluz le permitía ver el interior del almacén, vio a Jimin parado frente a Shownu.
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Cuando Shownu conoció a Jimin algo dentro suyo se despertó, ver a ese joven con esos bellos ojos marrón llenos de tristeza y dolor, despertó un lado protector que no pensó que tuviera, se propuso como misión personal ayudarlo, se ofreció como su entrenador personal.
Siempre se consideró un hombre posesivo y celoso con lo que era suyo, y de alguna forma retorcida comenzó a ver al rubio como de su propiedad, y cuando lo tuvo entre sus brazos, supo que jamás lo dejaría.
Jimin le pertenecía.
—Jamás iría contigo por voluntad propia Shownu y tampoco me puedes obligar a hacerlo.
—¿Hasta cuándo vas a entender que tú me perteneces? Eres mío Jimin.
—Nunca fui tuyo, y nunca lo seré, primero muerto.
—Sí tu lo quieres así, así será muñequito, no voy a permitir que ese maldito imbécil se quede contigo.
Jimin anticipó lo que sucedería, y esquivó el golpe de Shownu, antes de patear su pierna desde abajo y tirarlo al suelo. Mientras ambos se enfrentaban a golpes Jungkook encontró la escotilla que conducía al interior de la bodega y entró, justo para ver a la muerte empuñar uno de los cuchillos de Jimin y abalanzarse contra él con la intención de apuñalarlo.
Corrió hacia él y lo embistió empujando a Shownu que lo miró con odio, y olvidándose del rubio comenzó una lucha contra él, Jungkook logró ambos forcejeaban en el suelo. Jimin quiso intervenir, la muerte lo golpeó en la mandíbula aturdiendolo, antes de volver a tomar el cuchillo que había caído al suelo, Jungkook lo tomó del brazo, ambos forcejeaban por el arma, quedando sus manos en medio de ambos, hasta que el arma se hundió en el cuerpo de uno de ellos.
Jimin grito cuando el cuerpo del pelinegro se desvanecido en el suelo con sangre saliendo de su boca, mientras la muerte sonreía de forma siniestra.
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