II

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∆ ADVERTENCIA ∆

- Violencia con armas.

×××

Lucci nunca espero que la primera vez que despertaría en Foosha sería con el ruido de una escopeta, al menos el eco que hacía después de ser disparada. Por como escucho la puerta de la habitación de a lado abrirse, supo que Marco también lo había escuchado.

"7:30 am" se leía en el reloj electrónico que había llevado, se levantó de la cama y fue a la sala encontrando a Marco viendo pore la ventana de enfrente.

Había una patrulla y varios policías subiendo a la parte trasera de una camioneta lo que parecía un oso enorme. Al menos eso confirmaba su teoría de los osos y que las reglas en la casa eran solamente para atraer y asustar turistas.

Cerca de las ocho ambos salieron para esperar a los chicos que debían cuidar para llevarlos al hospital donde darían su servicio por los siguientes seis meses.

— Detente ahi-yoi, quiero comprar una caja de cigarrillos—. Marco le pidió a Lucci señalando una tienda, él no se quejó y se estacionó enfrente de la tienda—. ¿Quieren algo? Invito por hoy.

— Una lata de café negro.

— Una lata de refresco.

— Chocolate.

— Tráeme una caja de cigarrillos.

Marco tomo nota mental de cada petición y salió del vehículo para traer las cosas, cuando entró notó que no había nadie en la caja registradora y que la tienda era bastante grande, más bien parecía un mini-super. Camino por los pasillos con una canasta sujetando las latas solicitadas y algunas barras de chocolate, aprovecho también de sujetar alfunas botanas psra acompañar su almuerzo de ese día.

Cuando llegó a la caja notó, incómodamente, que aún no habia nadie.

— ¿Hola-yoi?

— ¡Ya voy!—. Se escuchó un grito en la trastienda y no pasó mucho tiempo antes de que apareciera un chico pecoso—. ¿Es todo?

— Dos cajas de cigarrillos.

— No vendemos cigarrillos—. El pecoso respondió, pero le dio dos puros de marihuana—. Es más sana que la nicotina.

Marco no pudo evitar reírse por las palabras del chico pecoso dándose cuenta por primera vez al chico que lo estaba atendiendo. Camisa amarilla, collar se cuencas rojas, una pequeña cinta de cuero rodendo su cabeza por aobre la frente, ojos grises o quizá morado claro, de lejos no podía identificarlo. Y lo que más llamo si atención fue que en un mechón de su cabello había un adorno con dos cuencas rojas y una pluma negra.

— Parece que no te preocupan mucho las infecciones respiratorias.

— Bronquitis o Cáncer—. El chico hizo movimientos de escoger para dar a entender su punto lo que hizo reír de nuevo a Marco mientras él metía las compras en una bolsa de tela—. Creo que no hay que ser genio para decir cuál tiene una vacuna y cuál no—. Le entregó la bolsa—. 50 berris.

— Te doy 60, quédate 10 porque me hiciste reír-yoi.

— Mira, soy comediante.

— Marco, un gusto-yoi.

— Ace.

Antes de que Marco logrará decir algo más, la bocina del auto prestado que les habían dado los interrumpió.

"Lucci hijo de..." Marco pensó antes de suspira de nuevo.

— Creo que tú... Algo te está presionando.

Los Susurros en el Viento [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora