Los Susurros en el Viento [One Piece]

VIII - Final

Rayleigh, Roger y Sabo habían muerto esa noche, la maldición que había logrado protegerlos en tiempos anteriores ahora les había quitado la vida, sobretodo a Sabo quién aún poseía demasiado por lo que vivir.

Ahora lo que quedaba de la vida de Sabo era una niña que dormía sin inmutarse en los brazos de Lucci mientras los demás terminaban de alistarse oara el funeral de los tres ya mencionados.

— ¿Tú ocuparas ese lugar ahora-yoi?—. Marco le pregunto a Shanks quién estaba arreglando su ropa funebre—. Eso quiere decir que te quedarás aquí.

— No es que me moleste—. Shanks respondió acomodando mejor su camisa—. Ya sabía en lo que me metía cuando me case con Dragon.

— ¿Y él como está-yoi?

— ¿Cómo te sentirías si perdieras a uno de tus hermanos y sobrino?—. Shanks solo le pregunto de forma retórica. Marco solo pudo moverse incómodamente por ese pensamiento, pero ahora tenía otra pregunta.

— ¿Donde está Ace-yoi?

— Preparando el cuerpo de su familia, es tradición que si hay algún sobreviviente él los prepare como a ellos les gustaría antes de quemar los cuerpos—. Shanks volvió a decir, aún que Marco podía verlo dudar al momento de colocarse el mismo collar qje Rayleigh tenía cuando murió—. A veces solo debemos aceptar lo que pasa.

Marco suspiró un poco por la situación, mucha gente habia muerto y otra desparecido por haber sido víctima de Roger o de Ace; él joven tampoco se había tomado bien el enterarse de eso; Luffy había decidido que era mejor que Shanks sellara a Nika como debió hacerlo desde el inicio y; por lo dicho por Law; ahora estaba enterrado bajo tierra controlando su propio instinto asesino en compañía de Garp.

Dragon llegó a la habitación donde Marco y Shanks estaban, suspiró un poco antes de acercarse a su esposo y colocar el collar sobre su cuello.

— Por favor—. Dragon murmuró, acomodando mejor el collar sobre Shanks—. No voy a perderte.

Marco decidió que era sobrante en esa situación, así que con lentitud se movió para salir de la habitación, cuando llegó a la sala de la antigua casa de Rayleigh encontró a Lucci con su bebé en sus brazos.

— ¿Haz escogido algún nombre-yoi?—. Marco le pregunto para cambiar un poco el ambiente.

— Me gusta el nombre de Elizabeth—. Lucci murmuró serio, como siempre era—. Rob D. Elizabeth.

— ¿Le dejarás la D?

— El viejo llamado Garp me dejó en claro que lo deseo o no esta niña tiene la maldición, pero que si la crió como Trafalgar fue criado, ella podrá vivir tranquilamente—. Dijo, acariciando con mucho cuidado el amuleto que rodeaba su muñeca como un adorno—. Ace también aceptó darme algunas cosas de Sabo para que ella conozca quien fue su otro padre.

— ¿Le dirás como murio-yoi?

— Cuando tenga más edad.

Ambos hombres se quedaron en silencio viendo como la niña se movía de vez en cuando hasta que Ace salió del sótano. Tenía ropa roja como la sangre y pintura en el rostro, casi como un patrón de estrellas, sus manos y pies tenían los mismos patrones. Luego de salir, Shanks entró rápidamente al sótano para dar el último pésame.

Antes de que Lucci o Marco lograrán hablar, Dragon abrió la puerta para dejar entrar a más personas que ellos no conocían.

Estaban vestidas de rojo, negro, amarillo y blanco. Había algunos hombres y una mujer que entregaron regalos a Ace antes de movilizarse al sótano. El pecoso notó la extraña mirada de los dos, suspiró antes de explicarle ya que gracias a la niña creada por Luffy por la sangre de Sabo y Lucci eran técnicamente familia.