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- hijo, por favor. Tenemos que hablar

- ¡no mamá! Se que mi padre te mando para hablar conmigo

- sabes que lo hace por tu bien

- ¡no lo hace!

- Fumiya,por mi condición no puedo estresarme

- ¿confusión? Estas...

- si...espero a un bebé...

- no, pero ¡el no debe nacer!

- se que tu padre no es el mejor padre del mundo, pero lo amo, y este bebé es producto de nuestro amor, por favor: aceptará a tu hermano

- lo que no quiero es que sufra por lo que yo estoy viviendo, mi padre lo querrá convertir en una copia de él

- si...lo se mejor que nadie en todo el infierno.

- Mamá, no puedes dejar que el bebé nazca

- no quiero abortar

- pero mamá

- Fumiya, quiero tener a este bebé... es una gran oportunidad para que tu padre vuelva a ser el mismo de antes...

- mama, mi padre. Es maldito ya no es el mismo que antes, ¡entiéndelo!

- Fumiya, no quiero pelear

- pero entiende, se que mi padre te está haciendo daño y que te está manipulando, no dejes que el miedo te consuma ante el.

- no quiero pelear, solo, deja de huir de tu responsabilidad como príncipe del infierno y deja de ser tan rebelde— ordenó—

- mi padre quiere que sea igual a él pero yo no soy igual a el.

- tienes que entender que lo hacemos porque te amamos

- no, mi padre sólo quiere que yo sea un maldito como el.

- se que no lo eres...no puedes seguir yendo al mismo humano así, solo porque estás buscando cómo llevarle la contraria a ti padre ¿que es lo que te molesta tanto?

- me molesta, que a pesar de todo sigas a su lado, ¡tienes poder!

- Fumiya, no estamos hablando de mi, no puedas seguir haciendo eso, no puedes seguir dándole la cobraría a Dazai, ya

- !mama!

- hasta, por favor.

Yumeno al igual que Fumiya estaban castigados, cada quien en su propia casa, al parecer osamu había pedido el favor de regresar a su hijo a su casa donde estaba castigado.

Chuuya estaba en su habitación con su esposo,quien estaba molesto con Chuuya, Chuuya estaba nervioso con lo que su esposo era capaz de hacer, más ahora a en su estado.

- Chuuya, escuche todo. Parece que ni hablar con tu hijo puedes hacer bien

- Samu...trataba de no enojarme, no quiero arriesgar la vida de nuestro pequeño bebé— dijo mientras se acariciaba su aún plano vientre—

- Chuuya ¿Qué te e dicho sobre llamarme así cuando estoy molesto?

- lo siento...

- Ben aquí, de alguna o otra forma hoy a depositar mi enojo.

- no...

- no te estoy preguntando

Dazai sin pensarlo dos veces, tomó a Chuuya de su cintura, con tal fuerza lo besó y eso solo hizo que Chuuya no pueda seguirle el ritmo, en el proceso Dazai le rompió el labios inferior.

El hijo del demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora