El hijo del demonio

14

- ¿porque lo hiciste?

- no está muerto, tampoco es para que te quejes tanto

- Dazai, te dije que no era necesario hacerle daño

- Chuuya, eres molesto

- ...

- el ángel ese, sabe cosas que me pueden servir, mejor tenerlo bajo mi control que tenerlo dándole información a su líder

- si pero

-todos son un solo marionetas

-¿que quieres decir?

- todos solo me sirven para algo, yo realmente no tengo corazón

- entonces...¿no me amas?

- tu eres mi trofeo más grande y yo te amo

- se que me mientes...

- si te mintiera ya te abría matado ¿no lo crees?

- si...

- yo te amo mucho

- deja de mentirme... se que no me amas

- claro que te amo

- no lo haces, solo me estás mintiendo

- entonces quieres oírme decirte que te odio o algo así

- n-no

- acepta mis palabras y cállate ¿quieres?

- si, está bien...
•

•

•

El joven castaño de ojos azul tenía mucho que arriesgar, especialmente la vida de su madre estaba en juego. Si el se oponía a su padre, Chuuya iba a morir de una forma lenta y dolorosa seguramente.

Solo tenía una idea

Hablar con quien es el demonio que más torturas ah hecho desde que tiene conciencia, pero tenía miedo. El padre de Yumeno.

a él y a su madre...tenía miedo pero aún así, decidió ir y tratar de hablarle a ese hombre

Fue llevado por su amigo a una habitación en la mansión de Yumeno donde solo el, su padre y obviamente su madre tenían acceso y permiso

— aquí es donde ni padre se la pasa casi todo el tiempo, si entramos ahí. Seguro no saldremos con vida

— no puede ser tan malo

— mi padre está loco, no sabes lo que dices

— todos los demonios están locos, nada puede ser peor que ver a mi padre enojado

— si quieres...— metió la llave al seguro de la puerta, dejando pasar a su amigo y junto a él, cerró la puerta una vez entraron—

— está lugar, está lleno de sangre y— miro hacia los lados—¿porque hay tantos cuerpos?

— te dije que esta es su sala de tortura, aquí está metido casi todo el día

— entiendo

Estaba oscuro, lleno en cuerpos y sangre

—¿que estás haciendo aquí?— pregunto hacia su hijo—

— papá, yo

— pensé que traías algo para mi

— algo

— oh— miro hacia el castaño de ojos azules, tomando forma de sombre oscura para volver a aparecer detrás de él—¿el?