Pov Reah
Ya habiamos llegado a la habitación donde nos "hospedariamos" las 50h que hemos perdido. Era una habitación bastante pequeña de colores claros, con unos sillones en el suelo, una mesa baja en el centro, una librería y una mini cocina con una pequeña nevera. También había una puerta que conducía a un baño con solo lo necesario. En la pared había un reloj digital, nada más la puerta se hubo cerrado, empezó la marcha atrás: 49:59.
Nos sentamos en los sitios, para acomodarnos.
—Killua—le llamó Kurapika. Killua le dedicó su atención, alzando una ceja indicando que le escuchaba. —¿Como hiciste esa tecnica? Ya sabes, la de arrancar el corazón
—Ah,eso. Ni siquiera es una técnica, simplememte lo arranqué. Aunque me ayudé con esto— levantó su mano, y entonces esta sufrió una especie de transformación. Las venas se le marcaron y sus uñas crecieron hasta convertirse en garras. Casi de inmediato volvió a cambiar a sus manos normales. — Aunque ese tipo mató a muchas personas, solo era un aficionado; ya saben, después de todo yo soy un profesional. Aunque mi padre lo hubiera hecho mucho mejor, cuando él remueve un corazón no sale ni una gota de sangre de la herida
—Que tranquilizador... —dijo Leorio con ironía, algo asustado.
Inmediatamente, nos pusimos a buscar distracciones para pasar el rato. Kurapika ya había empezado a seleccionar algunos libros de la estantería, Leorio se cortaba las uñas de los pies, Gon y Killua jugaban con el monopatín de este último. No sabía ellos, pero yo llevaba la cuarentena bastante mal. Me sentía como un animal enjaulado, cómo cuando me encontraba en el templo. Precisamente he huido de casa para escapar de esa vida aprisionadora, no para que volvieran a encerrarme.
No quería ponerme a pasearme en círculos por todo el lugar, sabía que pondría de los nervios a mis amigos. Por eso me acerqué a la mini cocina y rebusqué entre sus cajones, encontrándome con todo lo necesario para preparar un poco de té.Me preparé una taza. Cuando estuvo lista, olí el aroma: flores de hibisco. Casi arrugué la nariz, era el té favorito de Cyra. El simple olor me hizo volver a pensar en ella, la echaba bastante de menos.
Pero antes de siquiera darle un sorbo, un objeto contundente golpeó la taza y la rompió. Por un poco no me dio a mi también.
Giré la cabeza, viendo a Gon y a Killua mirándome un poco nerviosos, al parecer sus prácticas con la patineta habían salido horribles y había salido volando para asestarle el golpe final a mi té.—Ups... —murmuró Gon.
—Si,«Ups» —dije, resoplando.
No debieron pasar más de dos horas cuando el sueño empezó a invadirnos, así que movimos los sillones para formar las camas y empezar a descansar, aunque era difícil descansar con los ronquidos de Leorio a nuestro lado. Estaba acostumbrada a despertarme con los cantos de los pájaros cantores de mi casa y los primeros rayos del sol colándose por mi ventana. Pero esto.... Esto era horrible para mi.
¡Libérenme o va a darme un patatús!Me incorporé sobre mi misma, frunciendo el ceño y mirando mal a Leorio.
—Como no se calle ahora te juro que lo mato. —gruñí un poco.No me había percatado que, a mi lado, Killua estaba despierto hasta que habló. Estaba tumbado y quieto como una estatua mirando al techo, con una cara de aburrimiento.
—Si quieres, lo hago por ti.Me senté, tapándome con la manta y soltando un bostezo.
—Démosle otro día de vida. —comenté. —¿Tu no duermes?—No es eso, puedo estar sin dormir dos o tres dias mas; pero creo que es de día, de lo contrario ya estaría sobado. —comentó con desgana. Entonces miró a Gon, plácidamente dormido a nuestro costado. Entonces una sonrisa traviesa surcó por sus labios. —Esto se va a poner divertido.
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HUNTER X HUNTER (Killua x oc)
FanfictionCondescendencia, cuanto odiaba esa palabra. ¿Porqué siempre tenían que tratarla como una delicada flor? Especialmente cuando sabía que de delicada tenía poco. Era fuerte, lo sabía de sobra, solo necesitaba probarlo. Por eso se marchó, para trazar su...