-¿Qué...?- Hizo una pausa anonadado al ver las manchas rojas en la piel blanca de su amigo -¿Qué te sucedió?
-No lo sé -bajo la manga de su abrigo con cuidado- Anoche volví de pescar y esta mañana aparecieron.
Félix volvió a subir la manga de Oscar y lo haló a un asiento cercano. Sacó un botiquín que guardaban en gabinetes del restaurante. Y mientras ignoraba las diferentes malas palabras que soltaba su amigo al momento que comenzó a limpiar las picaduras.
Pero, la insistente mirada de Osvaldo sobre él no lo dejaba tranquilo todo el tiempo que estuvo con Oscar y éste se le acercó una vez que lo pillo solo.
-¿Podemos hablar? -preguntó a lo que Félix asintió, Osvaldo le hizo una seña con su cabeza indicando un cuarto donde guardaban utensilios de limpieza, Félix no dijo nada sólo lo siguió y trago en seco cuando Osvaldo cerró la puerta y lo miró fijo -¿Qué fue lo que viste?
Arrugó la frente desconcertado, sin embargo, en el procesamiento de sus palabras lo captó, de igual manera negó.
- ¿De qué hablas?- Preguntó, fingiendo inocencia.
-Sin rodeos Félix, dime la verdad- Su voz dura y amenazante, le dejaba en claro a Félix que tenía que decir la verdad.
-Valdo no...
-¡Sea lo que sea no es real!
Félix rió, Osvaldo nervioso era muy gracioso y más cuando se delataba él mismo.
-No le diré a nadie- aseguró.
-Más te vale, Félix- acusó con su dedo índice -Porque si vas y le dices...
-Osvaldo tranquilo -instó regalándole una sonrisa -¿Hace cuánto sabes de ella?
-Cumplirá un año.
La siguiente hora se ocupó en escuchar la razón de cómo la encontró y las reiteradas veces que creyó estar loco ante la existencia de una sirena. Félix asentía comprendiendo sus palabras sin lanzar preguntas hasta el momento que Osvaldo término.
-Ella quiere volver a verte- avisó con tono de decepción -No es nada contra a ti, pero ella no debería dejarse ver.
-No le diré a nadie -repitió -Pero, no pensaba volver...
Osvaldo se quedó en silencio casi no creyendo lo que estaba a punto de decir:
-Ve a verla- Félix lo volvió a mirar con el ceño fruncido -Ella está encantada por ti, la entiendo. Se siente sola, y yo no puedo estar siempre haciéndole compañía tengo un trabajo que mantener.
Aunque fuese una estupidez y realmente no quisiera volver a ver a la sirena, le decepcionó no ser el único que supiese de su existencia. Y lo dicho por Osvaldo soló creo una sensación incomoda en su pecho.
Esos parecían ser celos.
Y el sentimiento le aterraba.
Con cuidado caminó y se sentó sobre la roca. Un sentimiento desde hace muy poco lo invadía, temía del océano y sus monstruosas olas, como si las ondulantes corrientes no fueran suficiente.
El sol comenzaba a bajar y como de costumbre él era el único en ese lugar; hasta que cierta criatura apareció frente a él. Félix no dijo ni una palabra, sólo podía admirarla.
-¿Aún piensas que es un sueño?
-No todos los días hablas con una...
-Sirena.
-¡No puedes ser real!
Samantha se acercó con miedo y suavemente rozó sus piernas. Félix al sentir el tacto se sobresaltó.
-¿Ibas a matarme, cierto?
-Sí-murmuró, avergonzada, con un sonrojo extendiéndose a lo largo de su rostro -¿Le dirás a alguien sobre mí?
-No- Aseguró.
-Gracias.
-No quiero que te hagan daño- susurró antes de levantarse.
Samantha retrocedió en silencio y en poco tiempo volvió a quedar sola.
Mientras se abrigaba con sus brazos e iba camino a su hogar, estaba ajeno a lo que sucedería desde ahora o si realmente pensaba volver. Pero, de algo estaba seguro: anhelaba volver a ver esos ojos color cielo una vez más.
Félix va a abrigar ese secreto por el bien de él.
Por el bien de Osvaldo.
Por el bien de Samantha.
Voten y comenten que les está pareciendo 🩵
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Love In The Water || Riverducción || Adaptación
Fanfic-¿Piensas dejarla?- no recibió respuesta. El chico frente a él se mantenía cabeza agacha mientras lágrimas caían por sus mejillas -¿Es el mar o la tierra?- Con su voz rota y desesperación recorriendo su cuerpo respondió: -Mi verdadero hogar está en...