Beautiful

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No muchas personas visitaban el restaurante tan temprano y ese día no era la excepción, Oscar hace pocos minutos había sacado los letreros y encendió la cafetera y la radio

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No muchas personas visitaban el restaurante tan temprano y ese día no era la excepción, Oscar hace pocos minutos había sacado los letreros y encendió la cafetera y la radio.

Félix se encontraba en una esquina del restaurante pasando entre miles de mensajes y ninguno era el que esperaba; cerró la computadora y sus ojos sin querer buscaron el ventanal que daba vista a la playa.

Han pasado dos días y no había vuelto a verla.

Quisiera decir que había olvidado a aquella chica que con solo su apariencia podría hipnotizarlo, pero su reflejo lo persigue hasta en sus sueños.

No sabe exactamente cuánto tiempo se quedó observando la playa, pero cuando salió de su trance Osvaldo estaba a su lado.

-¿Ella está bien?

Osvaldo quito la mirada del periódico y tomó un sorbo de su té tirando una mirada de complicidad.

-Sí. Sólo la vi una vez está semana, sigue esperándote.

-Ella no debe estar ahí- negó y Osvaldo llegó a pensar que Félix podría estar preocupado.

-Samy no es tonta. Si alguien la ve ella solo se ocultará y ya.

La conversación termino allí puesto que, Sebastián llegó con su desayuno esperando unirse al tema de hoy, pero los otros dos chicos volvieron a sus propios asuntos en silencio.

Caminando lentamente a lo largo de la playa, Félix perdió completamente el hilo de sus pensamientos y de dejó guiar por sus pies, los cuales lo llevaron a donde se resguardaba cierta chica pescado

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Caminando lentamente a lo largo de la playa, Félix perdió completamente el hilo de sus pensamientos y de dejó guiar por sus pies, los cuales lo llevaron a donde se resguardaba cierta chica pescado.

-Pensé que no estarías aquí -dijo Félix en cuanto piso la orilla de la playa.

-Siempre estoy aquí- respondió con suavidad -No esta tan lejos de la playa principal, los gritos de las personas me hacen compañía.

Félix se sentó sobre la arena húmeda, mientras Samantha guardaba refugio apoyada en una roca.

- ¿Cómo estás aquí?

- ¿Te refieres a por qué tengo cola en vez de piernas?- Asintió.

-Tenía 17 cuando me ahogaron -soltó con sequedad, Félix esperaba que pudiera explicar su punto o el por qué fue ahogada y lo más importante quién lo hizo, pero las siguientes palabras fueron algo que ya conocía - Ya llevo un año aquí.

Sus palabras no derraman tristeza, menos enojo. Son palabras de resignación, que no había nada más que hacer para volver a la normalidad.

Félix sólo la observaba en silencio, como siempre, y no puede evitar pensar que, aunque lleve unos días conociéndole, Samantha es una chica demasiado dulce aun cuando su libertad fue arrebatada de una manera cruel.

- ¿Cuánto aguantas bajo el agua?

- Mucho tiempo.

- ¿No te da frío?

- Nop.

- ¿No te dolió?

- ¿No quieres preguntar cómo voy al baño o duermo también?

- ¿Estás sola aquí?

-¿Vas a entrar al agua?- No fue sutil en su drástico cambio de tema. Samantha iba a tomar las manos de Félix, pero éste se alejó.

-No confió en ti.

La chica en el agua guardo silencio y se atrevió a alzar su mano y rozar la mejilla de Félix, fue una total sorpresa que esta vez en lugar de huir. Él cerró los ojos ante el tacto húmedo sobre la cicatriz en su mejilla conteniendo el aliento.

Samantha estaba concentrada en la piel del otro y el dolor de saber que esa herida fue por su culpa. Atrapó a Félix mirándola, entonces retiro su mano.

-¿Qué?

-No puedo decirlo- negó.

-Si crees que voy a intentar matarte de nuevo...

-No, sólo que... Eres muy hermosa.

La mayoría de sus encuentros se volvieron así; compartían breves palabras ya sea porque Félix seguía asimilando la situación o porque Samantha le seguía dando miedo hacer un movimiento

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La mayoría de sus encuentros se volvieron así; compartían breves palabras ya sea porque Félix seguía asimilando la situación o porque Samantha le seguía dando miedo hacer un movimiento.

Ambos disfrutan del aire marino hasta que la marea empezaba a subir y Félix tenía que volver.

La madrugada llega, el viento era cálido y mientras unos dormían otros compartían pequeños secretos en un escondite en el océano.

-Él dice que soy hermosa, Ama.

 -Él dice que soy hermosa, Ama

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Love In The Water || Riverducción || Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora