Eijirō Kirishima × Lectora. BNHA.
★¿Podrá ella enamorarlo con solamente cartas?
★¿Será que él, descubrirá el misterio?
‼️
→Actualizaciones dos días por semana. Miércoles y jueves, sin falta (eso trataré). 💪🏻
→Se atrasan algunos hechos canon.
→Ca...
De todo había pasado en aquel campamento. Entre ese 'todo' que había pasado, varios alumnos terminaron en el hospital, otros regresaron despavoridos a sus casas, pero finalmente ya estaban todos reunidos con sus respectivas clases, frente a un edificio amplio.
'Heights Alliance' es el nombre de los que ahora serían sus dormitorios; una medida de seguridad que se había tomado por los recientes sucesos en contra de los alumnos.
A tus padres no les quedó más opción que dejarte ir, pues era un mandato por parte de la institución que los alumnos fueran a vivir a esos dormitorios, así no estarían más lejos de la escuela y su seguridad se vería monitoreada por los héroes.
"¿Qué opinas de todo esto?" -preguntó Mina, tu amiga, mientras caminaban hacia dentro, en busca de sus respectivas habitaciones.
"No sé, la idea de convivir con todos más cerca que nunca, es... interesante. Además..." -dijiste, un poco nerviosa. La verdad es que en tu mente solo había algo en concreto: 'Kirishima y yo vamos a compartir hogar'.
Ya no le desearías las buenas noches en mensaje. O al menos, esperabas poder hacerlo en persona.
"¿Además?" -preguntó tu amiga, con una sonrisa coqueta. Ella entendía a la perfección qué dominaba tus pensamientos, o se hacía una idea de exactamente quién y por qué.
"Bueno... ya sabes, Kiri..." -te costaba decir su apellido completo, así que solo dijiste su apodo. Ella soltó una risita y se detuvieron al fin frente a dos habitaciones juntas.
"Qué suerte la tuya. ¡Ahora lo tendrás más cerca que nunca, al amor de tu vida!" -te dió unas cuantas palmaditas cariñosas en tu espalda. Y después sonrió. "¿Elegimos estas habitaciones?" -sonreíste ante su petición y asentiste.
"¡Sí!" -ambas entraron a sus respectivas habitaciones para conocerlas.
En sí, todas eran igual y tenían el mismo espacio. Solo que las analizaban por separado para ver cómo acomodarían sus muebles y pertenencias.
Tenían todo el fin de semana para acomodar sus cosas en sus respectivas habitaciones. Había varios camiones de mudanza afuera de los dormitorios, donde los alumnos estaban recibiendo sus muebles y siendo ayudados para transportarlos hasta el interior.
No eran demasiadas cosas, ni muy extravagantes. Aunque, había excepciones; desde muebles grandes hasta muy costosos. Ya suponían de quién, así que no les sorprendía esto en lo absoluto.
Mientras cargabas unas cajas con tus cómics, libros y figuras de colección hasta tu habitación, una presencia en el pasillo te interrumpió.
"¡Hey!, ¿qué cargas?" -era Kirishima. Sonreíste inconscientemente al verlo.
«Cajas.»
Pensaste en responder. Mas no lo hiciste, era demasiado obvio, y sonaría muy irónico; podría molestarlo o avergonzarte a ti.
"Dentro llevo algunos libros y cómics, cosas que me gustan mucho." -respondiste y acomodaste mejor las cajas entre tus brazos. No eran muy pesadas y solo eran dos, no muy grandes, pero se te estaban resbalando por lo rápido que antes ibas caminando.
"¿Quieres que te ayude?, no estoy ocupado. Ya terminé de llevar lo mío a la habitación, más tarde puedo ordenarlo." -se ofreció con una sonrisa radiante. Tu corazón dió vuelcos acelerado y accediste de inmediato.
"¡Sí!, por favor. No me falta mucho ya, solo otras tres cajas y un tocador." -le entregaste una caja a él y comenzaron a caminar hacia la sección de habitaciones femeninas.
En el camino te topaste a algunas de tus compañeras entrando y saliendo apresuradas de sus habitaciones, no se molestaron al ver a un chico por esa zona, conociendo de quién se trataba. Además por sus prisas no le dieron mucha importancia.
"Cuéntame, ¿qué te gusta leer?, o ver." -comenzó a hacer plática una vez se detuvieron en el interior de la habitación. Él comenzó a analizarla y sonrió al ver lo bien que estabas ordenando las cosas.
Aunque había una que otra cosa por ahí mal puesta o colocada, y otras que ni siquiera te habías esmerado en acomodar, pero era por las prisas. Después te harías cargo.
"Historias de romance, manga, acción." -pensaste. Hay muchos géneros que te gustan; solo mencionaste los más comunes por ti.
"¡Oh!, a mí también me gusta leer manga. Y mucho. Es bueno saber que compartimos gustos." -sonrió y vió como sacaste rápidamente el contenido de las cajas, acomodando este en una estantería amplia de color blanco, en una esquina de la habitación. Contrastaba con los colores de todo el lugar.
Le devolviste la sonrisa con carisma. Claro que era bueno, ¡eso te aumentaba las oportunidades con él!
Finalmente ambos salieron, y siguió ayudándote en el proceso de trasladar cosas hasta tu habitación. Así hasta que no hubo más y solo dieron las gracias al camión de mudanza; habías pagado el viaje con anterioridad.
"Muchas gracias por tu ayuda, Kiri." -le dijiste y lo reverenciaste, con respeto, por su ayuda.
El negó con ambas manos y estrechó su mano con la tuya, dando un leve apretón que por un instante sentiste daba a entender que no te quería soltar.
"¡No hay de que!, puedes devolverme el favor invitándome un helado." -contestó y asentiste. La idea te agradaba.
"¡Claro!" -asentiste por su idea y él sonrió, entre cerrando sus ojos.
"Me alegra que accedieras, a tu lado los helados saben mucho mejor, créeme." -dijo y sentiste como te sonrojabas por completo en el rostro. ¿Lo decía en serio?
«Si él lo dice, le creo.»
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