Eijirō Kirishima × Lectora. BNHA.
★¿Podrá ella enamorarlo con solamente cartas?
★¿Será que él, descubrirá el misterio?
‼️
→Actualizaciones dos días por semana. Miércoles y jueves, sin falta (eso trataré). 💪🏻
→Se atrasan algunos hechos canon.
→Ca...
Mientras se preparaba mentalmente para acompañar a su compañera de clases hasta su casa, se dirigía a su casillero.
En cuanto lo abrió, como era costumbre, una nota salió disparada del interior de este, que con esfuerzo atrapó.
Una sonrisa se posó en su rostro, ya se le hacía costumbre ver estas notas. Casi se cumplía un mes de esto, así que ya no le sorprendía para nada ver estas notas con lindos escritos o poemas cortos.
Sin duda una curiosidad lo embargaba, pero al menos sabía que se trataba de una chica de su mismo grado.
La incógnita era, ¿quién?
"Al compás del viento bailan los girasoles, Al son de mis latidos bailan mis emociones. Como si el tiempo se detuviera, mi sonrisa no se desvanece cada vez que te veo."
Al terminar de leer el poema, un sonrojó leve se posó en sus mejillas. ¡Qué buena imaginación tenía la escritora!
"¡Kiri!" -exclamaste un tanto tímida y al instante captaste la atención del varón. Este guardó con delicadeza en el bolsillo de su suéter un papel, que ya sabías qué era y contuviste tu emoción.
"¿Lista para irnos?" -sonrió esperando tu respuesta. Asentiste y ambos salieron de la preparatoria.
Mientras caminaban, los colores del atardecer se posaban en el cielo, y algunas nubes se comenzaban a despejar por este mismo amplio azul naranjoso.
A la par que caminaban en pasos sincronizados, un silencio cómodo los rodeaba, nadie decía nada porque no era necesario. No se sentían tensos ni obligados a hablar, disfrutaban de la compañía mutua.
Aunque, se podría decir que cierta personita podría provocar un gran ruido con lo rápido que latía su corazón.
"¿Cuál es tu comida favorita?" -preguntó de la nada el chico, en un tono bastante curioso.
Te tomó por sorpresa la pregunta, pero no dudaste en responder cuál.
"¿Y la tuya?" -preguntaste, ansiosa por saber su respuesta.
"¡Me encanta la carne!" -respondió alzando ambos pulgares en aprobación y sonrió tan amplio que se sus ojos se cerraron; una expresión bastante tierna a tu parecer.
Un pequeño sonrojó invadió tus mejillas, y sonreíste por lo bajo.
"¡Eso es bueno!, ¿tienes un pasatiempo?" -volviste a hacer una pregunta, esta vez más liberada en la conversación. La personalidad del chico te inspiraba demasiada confianza.
"¡Sí!, me gusta hacer ejercicio, ¿tú?" -respondió sin pensarlo.
"¡Leer!, me gusta leer." -contestaste con una sonrisa que te salió del alma.
Él se asombró levemente, pero luego sonrió tan ampliamente como antes. Ahora sabía más de ti.
Y tú de él.
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