Obra de la Naturaleza - TheAnthroDex

Capítulo 6: Miedoso

"Voy a sacarte de este lío" declaré con determinación. "Haré lo que sea necesario. Te prometo que te salvaré".

Me pasé el resto de nuestro tiempo juntos pensando sobre qué iba a decirle a Don. Todo lo que tenía que hacer era persuadirlo de que lo que hacía estaba mal. Si tan solo lo convenciera de dejar de prostituir a Meow, ella ya no tendría que vender su cuerpo en contra de su voluntad. Había una posibilidad de que él mostrara una gran resistencia, pero, como vendedor ambulante, sería un fracaso por mi parte si no lograra cambiar la opinión de alguien. Una vez que el tiempo terminó, salí furioso de la habitación y fui directo hacia Don.

"¿Qué tal estuvo?" preguntó Don cuando salí de la habitación.

"Estuvo bien" respondí rápidamente, "pero esto está mal, Don. Creo que deberías parar esto".

"Oh, vamos, amigo. No estoy lastimando a nadie. Solo estoy ganándome la vida honestamente. Ellos vienen buscando un servicio y Meow les brinda ese servicio. Es como cualquier intercambio normal de negocios" explicó Don.

"No es como cualquier negocio. La prostitución Pokémon es ilegal. Sabes que muchos Pokémon obedecerán cualquier orden que sus dueños les den, incluso si no quieren seguir esas órdenes" respondí.

"Mira, es solo ilegal si me atrapan. Y no planeo dejar que me atrapen pronto. Meow está bien por sí misma y le doy mucho tiempo para descansar durante el día y en la tarde. Ella siempre termina haciendo lo que le pido sin hacer mucho alboroto. Si de verdad está en contra de eso ¿por qué no dice nada al respecto?" explicó Don. "Mira, tengo algo bueno a mi favor gracias a ella ¿Por qué intentas evitar que tu viejo amigo tenga una buena vida?"

"¡Porque lo haces a costa de la de alguien más!"

"Ella es mi Pokémon" respondió Don con un tono amenazante. "Y no tengo intenciones de parar, Leo. Así que necesito que te olvides de esto".

Continuamos nuestra acalorada discusión hasta altas horas de la noche hasta que finalmente me quedé sin palabras. Don era más testarudo de lo que pensé y no parecía importarle mucho su Pokémon. La conversación que planeé en mi cabeza no estaba ni cerca de la dirección esperada. No quería hacerlo, pero tuve que sacar mi as bajo la manga.

"Si no vas a parar, voy a tener que denunciarte con la policía" le dije a Don. Sus ojos se abrieron de par en par con ira. Por un momento, pensé que iba a golpearme. Sin embargo, su expresión regresó a su comportamiento tranquilo mientras envolvía su brazo alrededor de mi hombro.

"Escucha, no sé qué esperas que pase yendo con la policía" dijo Don, "pero esto es lo que te pasará a ti. Mientras esté en prisión, me aseguraré de que todos mis más leales clientes sepan quién fue el que sacó a su preciosa Meowscarada del mercado. Ahora bien, no soy muy partidario de la venganza, pero estos tipos detestan que les arrebaten las cosas. Y apenas sepan tu nombre, te perseguirán sin importar en qué lugar de Paldea te encuentres. Y no solo tú. Ellos irán por tu familia, amigos e incluso tus Pokémon.

Tragué saliva al oír eso. Se suponía que yo debía persuadir a Don, pero las amenazas que me arrojaba eran demasiado convincentes. Por mucho que quisiera ser el héroe, ir en contra de algunos de los hombres más ricos de Paldea no era una idea atractiva, era todo lo contrario en realidad. El hombre a mi lado sonrió cuando miré directo a sus ojos y vio que capté el mensaje.

"Entonces ¿Por qué no solo dejamos esta discusión atrás? Ir con la policía no será bueno para ti, ni para mí y probablemente ni para Meow" dijo Don con una sonrisa.

"S-Sí, suena bien" dije con cobardía. "N-No volveré a mencionar el tema, Don".

"¡Bien! Entonces espero que vuelvas pronto para ver a Meow. Creo que le agradaste".