SHAPE OF YOU

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Tu historia se resumía a tres grandes momentos:

*ALEGRIA, al saber que habías obtenido uno de los puestos más codiciados en el mundo laboral coreano: Secretaría ejecutiva y asistente personal del poderoso, guapo y deseado Kim SeokJin, heredero de una de las fortunas más grandes del país.

*DESCONCIERTO Y MIEDO, al descubrir que tu jefe era algo más que un niño rico ¡Era integrante de la banda criminal más peligrosa del Asia Oriental!

*MUCHA, MUCHA CONFUSION cuando tu corazón dolió al estar en la disyuntiva de entregar a la justicia no solo a tu jefe sino al hombre que amabas.

Tu destino se selló cuando él declaró su amor con una frase que quedó marcada en ti como si fuera hecha con fuego:

EL AMOR VUELVE DEBILES A LOS PODEROSOS, PERO ME ARRIESGARÉ A QUE SEAS MI ÚNICO LADO VULNERABLE.

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En un lujoso hotel de la ciudad, donde las vidas de dos personas muy diferentes se cruzaron de una manera inesperada. Kim SeokJin, un hombre millonario desde la cuna, y Naz, una joven que acababa de ascender a la vida de magnate. Kim SeokJin, con su elegante traje y su imponente figura, entró al ascensor y presionó el botón para dirigirse a su lujosa suite en el último piso del hotel. Sin embargo, antes de que las puertas se cerraran por completo, Naz, con su vestido de diseñador y su mirada decidida, logró colarse en el ascensor justo a tiempo.

Naz, con su espíritu audaz y sin miedo, decidió romper el hielo.

—¿Sabes? Nunca imaginé que terminaría en un ascensor con alguien como tú. —dijo con una sonrisa traviesa.

Kim SeokJin, por su parte, quedó cautivado por la belleza y la confianza de Naz.

—Es ciertamente una sorpresa inesperada. Pero, ¿qué te hace pensar que no puedo estar en un ascensor contigo?— Respondió con una mirada seductora.

A medida que el ascensor continuaba su ascenso, la atracción entre ellos se volvía cada vez más intensa. Las miradas cómplices y los roces accidentales de sus cuerpos generaban una electricidad que ninguno de los dos podía ignorar. Sin poder resistirse más, Naz se acercó a Kim SeokJin y lo besó apasionadamente. El beso fue el punto de no retorno, y ambos se dejaron llevar por la pasión desenfrenada.

Las puertas del ascensor se abrieron y Kim SeokJin y Naz salieron, con miradas de complicidad y sonrisas satisfechas en sus rostros. Sabían que su encuentro en el ascensor era solo el comienzo de algo más grande y emocionante.

—¿Necesitas que te lleve a algún lugar?— preguntó él, con el deseo de que su respuesta fuera positiva.

Naz miró la punta de sus zapatos por un momento y luego su vista fue directo a los ojos de SeokJin.

— Es lo que deseo ahora. — respondió con picardía.

Un vehículo elegante y potente, se deslizaba por las calles de la ciudad mientras la noche caía. El ambiente dentro del automóvil estaba cargado de electricidad, con miradas ardientes y sonrisas traviesas que Naz, con su mirada decidida y su aura de confianza, se acercó lentamente a SeokJin y trazó suavemente sus dedos por su rostro. La tensión entre ellos era palpable, y no había vuelta atrás.

Sin poder resistirse más, SeokJin tomó a Naz en sus brazos y la atrajo hacia él, fundiéndose en un beso apasionado. Sus cuerpos se entrelazaron en un torbellino de deseo y anhelo, mientras el coche continuaba su camino sin rumbo. El interior del vehículo se convirtió en su propio mundo privado de placer y deseo. No había palabras, solo susurros de pasión y gemidos de éxtasis.

La noche avanza.

Finalmente, exhaustos pero satisfechos, SeokJin y Naz se encontraron en un abrazo íntimo. Sabían que habían cruzado una línea, pero también entendían que su conexión era mucho más profunda que una simple aventura en un coche.

Mientras el automóvil se detenía en un lugar tranquilo, se tomaron un momento para recuperar el aliento y compartir una mirada cómplice llena de promesas. Aunque sabían que sus caminos podrían separarse, siempre llevarían consigo el recuerdo de aquella noche mágica en el coche.

Con el amanecer, se despidieron, conscientes de que sus vidas volverían a sus respectivos mundos de privilegio y responsabilidad. Pero en sus corazones, siempre habría un lugar especial reservado para esa aventura en el coche, donde descubrieron una pasión que les hizo sentir vivos.

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La tarde finalmente había llegado y con esta el final de su jornada. Naz amaba su trabajo como secretaria ejecutiva, en especial porque cada día podía y tenía que interactuar con su guapísimo jefe, Kim SeokJin. Y no solo eso, sus socios y amigos también eran una exquisitez a la vista. Cada día sin faltar ninguno ella podía deleitarse la vista con la presencia de alguno de ellos. Ese día no solo marcaba el final del día sino el de la semana también. La sonrisa de Naz esta vez era la más amplia debido a que justamente había tenido que ser participe de u a reunión corporativa don los siete dioses habían discutido de negocios. Ella, eficiente como siempre, había tomado nota de absolutamente todo y más tarde le había enviado la transcripción a su queridisimo jefe, había visto retirarse y despedirse de cada uno de ésas seis hermosas personas y ahora se disponía a volver a casa. Lo malo, sería un fin de semana largo y aburrido, sin poder recrearse la vista. Pero nada de eso ocurrió cuando, al cruzar delante del lugar asignado al coche de su jefe, él estaba sentado en el capot esperando. ¿Esperando qué?

-Iremos a una fiesta privada la propiedad de JungKook. ¿Te quieres unir? -Preguntó de manera muy seductora.

De pronto comenzaron a aparecer sus amigos detrás del vehículo. 

-Sólo si te atreves...

aksj1992