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 -Cuenta la historia, que en lo profundo del bosque habita un terrible ogro...

Naz comenzó a reír a carcajadas cortando el relato de su amiga. -¡Por favor Zoi! No otro de tus cuentos de fantasía. -Dijo apenas logró recuperar el aire.

-Naz, que falta de respeto. -Adri le golpeó el brazo con el dorso de la mano. -Me encantan sus historias. -Finalizó suspirando.

-A mi también me gustan sus cuentos, pero hoy referiría algunas de las cochinadas que tiene Naty en su haber. -Y una nueva ronda de risas invadió la tienda de campaña donde las cuatro amigas compartían.

Era una tradición para estas mujeres pasar una semana juntas ya que los compromisos personales apenas les dejaban tiempo el resto del año. Organizaban sus vacaciones con meses de anticipación y luego de elegir un destino solo quedaba esperar a la fecha. Este año habían decidido dejar de lado los hoteles o cabañas para aventurarse a un campamento.

-No es un cuento. -Se defendió Zoi. -Estuve investigando un poco la historia del lugar, claro que son solo leyendas y ya sabes cuanto me gustan esas historias.

-Pero... ¿Acaso es una historia de amor? -Preguntó Naty. -Porque seguro y hay cochinadas de por medio y el ogro tenía una verg...

Adri no dejó que terminara la frase tapando su boca. -No nos interesa el bulto del ogro.

-¿Cómo que no? -Intervino Naz. -¿Acaso no recuerdas la partusa que se mandaron el lobo y la caperuza? Cuando el lobo se comió a la muchacha y el leñador de dió al lobo...

Zoi no pudo evitar reír a carcajadas recordando la adaptación que sus amigas habían inventado del cuento infantil, Adri negaba con la cabeza al tiempo que también comenzaba a reír.

-Por eso amo nuestras vacaciones.

-Bien, continúa con la leyenda. -Propuso finalmente Naz.

-Ok. El tema es que el supuesto lugar está en la parte más inaccesible, por algo es un ogro. Lo que la gente de aquella época decía era que se comía, y hablo literalmente de almorzar o cenar, a mujeres jóvenes vírgenes...

-¿Lo ven? Eso de la comida no me va, el ogro seguramente les quitaba la virginidad antes de cenar.

-Naty, definitivamente estás necesitando que tu marido haga algo.

-Lo hace y muy bien, no por nada se queda con los mellizos, para pagar por su pecado.

-Él no es el culpable y lo sabes, tus hermosos gemelos fueron obra tuya, así como mi hermosa y tranquila princesa. -Acotó Adri.

-No sabría que decir, nosotros pensamos buscar un bebé en cuanto regrese de las vacaciones. -Agregó Zoi.

-Ni loca. -Saltó Naz a la defensiva. -Ni siquiera tengo interés en formar una pareja estable y perderme del placer ocasional. Mucho menos atarme a un niño, apenas si puedo con mi sobrino.

-La maternidad no es para todas, aunque así lo crean. Pero basta de hablar de maridos e hijos. Estamos aquí justamente para evitar todo eso y tener las energías suficientes para abordar el año. -Dijo Zoi. -Volvamos a lo del ogro porque aparentemente después de caer rendido a los pies de su última víctima no lo volvieron a ver. Dicen que se enamoró y levantó una muralla alrededor de su hogar.

-Los ogros no viven en hogares bonita. Seguro y era un cuchitril como decía el burro de Shrek. -Naty batia sus manos enérgicamente para exponer su punto.

-Lo que sea. Nosotras básicamente estaríamos salvadas porque ninguna es virgen, al contrario, somos mujeres que disfrutan sanamente de su sexualidad. Adri opinó con una seriedad que generó una nueva ola de risas.

SHAPE OF YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora