Ma chérie / Mon Ami ~~ Gambito x Rogue

capítulo #9

Arco 3: A Roguish Gambit

Rogue había tenido que ir de compras. El restaurante al que Gambit había insistido en llevarla tenía un código de vestimenta tácito y la ropa que había traído simplemente no era suficiente. Así que allí estaba ella, en su segunda boutique, probándose su tercer vestido.

Era particularmente difícil encontrar el vestido adecuado si eras una chica normal. Pero si se tiene en cuenta la piel mortal, se volvió casi imposible. Actualmente Rogue llevaba un vestido granate que tenía una falda corta, mangas largas y motas doradas de brillo justo en la tela. Era un vestido muy bonito y si pudiera encontrar un par de zapatos a juego sería buena.

Ya tenía un par de guantes de encaje negros que usaba en ocasiones especiales y también un par de medias finas que combinaban con una falda que había empacado.

Rogue dio una última vuelta en el espejo antes de suspirar y quitarse el vestido. Esta sería su primera cita y se estaba castigando por ello. Su primera cita debería haber sido con algún chico incómodo que se sonrojara tanto como ella. En cambio, Gambit, el mujeriego que es, la estaba saliendo. Cada vez que pensaba en ello, su estómago se revolvía con náuseas.

Después de vestirse, salió del camerino y se dirigió a la caja registradora para pagar. Nadie sabía que Rogue en realidad tenía dinero, bastante dinero también. Su madre adoptiva, Irene, le había dejado una pequeña fortuna tras su fallecimiento hace un par de años. El dinero le permitió comprar las cosas que necesitaba y un poco más.

La mujer de la caja pudo combinar un par de tacones dorados con el vestido y le sugirió que se comprara un sujetador para lamer y pegar. Que era un sostén pensado para vestidos escotados o sin espalda como el de ella. Ella hizo lo sugerido y pagó sus artículos antes de regresar al hotel. Todavía tenía tres horas antes de reunirse con Gambit en el vestíbulo, pero si quería peinarse a tiempo tendría que empezar ahora.

Su cabello había crecido mucho desde que se conocieron hace casi un año y medio. Ahora llegaba más allá de sus omóplatos cuando no lo enderezaba. Su cabello era naturalmente rizado pero esta noche lo rizaría un poco más.

No debería estar tan nerviosa por encontrarse con Gambit. Él la había besado en los labios y en varios lugares más íntimos en los que ella no podía pensar. Había compartido sueños y pensamientos muy sucios con ella y parecía dispuesto a hacerlo nuevamente. De hecho, parecía dispuesto a hacer mucho más que compartir pensamientos.

Probablemente era eso, decidió. Estaba tan ansioso por tocarla que resultaba desconcertante. Nadie jamás se animó a tocarla. Por supuesto, no sabía que él era el único que podía tocarla sin los efectos secundarios adversos habituales que normalmente se producían con el contacto piel con piel con ella. Probablemente lo llamaría destino o alguna otra tontería en un intento de acercarse a ella.

No estaba tan lista para tener una cita con Gambit.

///////

Remy había estado esperando en el vestíbulo durante cinco minutos cuando sintió un golpe en su hombro. Se dio la vuelta y se encontró cara a cara con una visión de belleza que nunca antes había encontrado.

Rogue estaba frente a él con una especie de vestido rojo o morado que brillaba. Como ladrón, se sentía naturalmente atraído por las cosas brillantes. Tenía el pelo suelto y más largo de lo que imaginaba. No pudo evitarlo mientras su mano avanzaba para tocar uno de los rizos brillantes. Un ligero sonrojo se deslizó por sus mejillas.

"¿Estás listo para partir, Gambito?" Preguntó ella, evitando sus ojos.

"Rémy." -corrigió.