Ma chérie / Mon Ami ~~ Gambito x Rogue

capítulo #15

Arco 3: A Roguish Gambit

Todas las chicas soñaban con un romance vertiginoso con un hombre apuesto que las llevaría a una vida de felicidad. Rogue no fue una excepción a esta fantasía, simplemente nunca imaginó que esto realmente sucedería. Nunca imaginó en su primera cita que el hombre en el que había estado pensando durante meses le propondría matrimonio.

Al principio, ella simplemente había tomado la propuesta al pie de la letra, como si le salvara la vida. Había tratado desesperadamente de no leer entre líneas que a él le gustaba tanto como a ella le gustaba él. No importaba cuánto luchara contra eso o cuánta distancia hubiera entre ellos. Era como si el hilo rojo del destino los condujera el uno hacia el otro. De lo contrario, ¿por qué seguirían encontrándose cuando más se necesitaban?

Tampoco le dolía que cada vez que él la tocaba hacía que todo su cuerpo se iluminara con algo que no podía describir del todo. Y cuando él la besó, los dedos de sus pies se curvaron, como si finalmente hubiera encontrado una parte de sí misma perdida hace mucho tiempo. En este momento ella no quería nada más que permanecer en sus brazos por toda la eternidad. En este momento no le importaba lo que Logan pensara, no le importaba el asesino que querría su cabeza. Ahora nada más importaba.

Rogue se rió mientras Remy los guiaba a su habitación en el bed and breakfast y chilló un poco cuando la levantó en sus brazos para poder llevarla a través del umbral. Ella nunca olvidaría la forma en que él la miró, era la misma mirada de amor que él le había dado cuando ella le dijo "Sí, quiero".

La besó de nuevo y la llevó hasta la cama. Pero antes de que él pudiera dejarla en el suelo, ella se apartó. "Primero necesito quitarme este vestido". Lo último que quería era que terminara como el último vestido que había usado con él.

Él sonrió. "Pensé que nunca lo preguntarías."

Rogue se sonrojó mientras la dejaba en el suelo. Se quitó el clip de perlas y el velo de su cabeza y los dejó sobre la mesa antes de caminar hacia el baño.

No sabía que Remy la había seguido hasta que sintió su mano en su espalda, desabrochando los botones de su vestido. Ella lo miró en el espejo justo a tiempo para verlo inclinarse y comenzar a besar suavemente su cuello. ¿Siempre se fundiría con él de esta manera?

Se llevó el vestido al pecho cuando empezó a aflojarse. Las mariposas en su estómago parecieron doblar su fuerza con el último botón. Ella se giró en sus brazos, todavía aferrada con fuerza a su vestido. Él le sonrió cálidamente y le dio un casto beso en los labios antes de salir de la habitación.

Cuando la puerta se cerró, dejó escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Rogue se quitó el vestido y lo colgó antes de girarse para mirarse en el espejo. No podía salir con este corsé como un artilugio o con el pelo recogido como estaba.

Aunque en ese momento no pensó que lo necesitaría, la mujer de la tienda de novias le había metido un regalo de bodas. Un peluche de satén blanco para ser exactos. Echó un vistazo furtivo a la puerta para asegurarse de que él no estaba allí antes de abrir el gabinete debajo del fregadero para sacar el endeble trozo de tela.

Se quitó el corpiño y se puso el peluche sobre la cabeza antes de volver a mirarse en el espejo. La cosita era casi transparente y ni siquiera cubría su trasero. Esperaba que a él le gustara. Lentamente, Rogue comenzó a quitarse las horquillas que sujetaban su cabello en su lugar hasta que sus rizos colgaron sueltos sobre sus hombros.

Ella asintió para sí misma y con un impulso de confianza que no sintió, giró el mando y salió del baño. Permaneció allí junto a la enorme cama con pétalos de rosa (cortesía del personal de la posada), sin chaqueta, chaleco y camisa desabrochada