die for you, han seojun ★

𝐱𝐯𝐢𝐢𝐢. love you

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this love is good, this love is bad
this love is alive back from the death
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Ciertamente ya era tarde. El viento estaba más relajado y ahora se había disminuido a nada más que una ligera brisa. Hana y Seojun caminaban lado a lado en silencio, la mente de Hana estaba considerando todas las posibilidades y sus posibles consecuencias.

Ninguna terminaba bien.

— Bien,— dijo Seojun una vez que estuviera afuera.— duerme bien, descansa.— se despidió con la misma sonrisa triste de antes y se acercó a Hana para dejar un pequeño beso en su mejilla. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Hana después eso.

Lo observó marcharse con una actitud diferente a la usual, era una noche bastante extraña. Le dolía verlo irse de esa forma y se quedó ahí mismo dándole otra vuelta al asunto.

Si se alejaba de Seojun no iba a tener problemas con Suho ni la gente hablaría de ella. Si alejaba a Seojun de ella ambos sufrirían más de lo que ya estaban sufriendo, pero sí lo dejaba mantenerse cerca sería como utilizarlo de una manera muy vil aunque él mismo le haya pedido que lo hiciera.

Era egoísta, sobre todo porque estaba pensando en todos menos en ella misma. Cuando estaba a punto de entrar por la puerta de su casa se detuvo un momento mientras se preguntaba lo que realmente su corazón quería.

No quería, necesitaba a Seojun. Había vivido unos meses de porquería desde que Seyeon había muerto y esa noche fue como si la clave para sanar su dolor fuera estar con Seojun. Algo en esencia la hacía sentirse en paz y con plenitud, completa.

La forma en que él la abrazaba, la sostenía y la soportaba era reconfortante de muchas maneras, y claro que no olvidaba en lo absoluto sus besos. Porque besar a Seojun era como tener una muestra gratis de paraíso.

Además de que era obvio que jamás podría encontrar a alguien como Seojun. Puede que había chicos como Jiwon que también eran muy lindos pero... simplemente no eran él.

Su corazón comenzó a latir rápido y con ansiedad, se dio la vuelta y comenzó a correr hacia la dirección en que Seojun se había ido momentos antes. Rezó para poder alcanzarlo, no quería esperarse al siguiente día, necesitaba decirle lo que sentía en ese momento.

Divisó su figura después de unos minutos de correr y correr, comenzaba a quedarse sin aliento pero no le importaba, era como si fuera de vida o muerte.

— ¡Han Seojun!— gritó Hana desde el fondo de su pecho, por supuesto que Seojun escuchó su llamado y se dio la vuelta para buscarla entre la multitud.

— ¿Hana?— preguntó como si no lo creyera. Detuvo su paso esperado a que Hana lo alcanzara, ella no midió su velocidad y terminó chocando ligeramente con él, fue algo torpe, pero ya estaba ahí con él y era lo que importaba.— ¿Qué sucede?

— Yo tampoco quiero esta lejos de ti.— dijo Hana repentinamente.— No importa qué tan bien lo finja, no puedo soportar la idea de perderte. Las demás personas... jamás comprenderán la forma en que me siento contigo y aún así permito que su opinión influya en mi decisión.

Tomó aire y siguió hablando.

— Ninguno de ellos puede remplazar la manera en que me haces sentir. Nadie, jamás, me hará sentir igual. Y sí, estoy jodidamente asustada por lo que puede pasar porque esto es muy peligroso, pero te necesito. Tal vez podemos dejar lo nuestro oculto por un tiempo y...— fue interrumpida abruptamente cuando los labios de Seojun se estamparon contra los suyos, tal y como la primera vez.