✧ㅤ﹙ 𝐈 ﹚𝐃𝐈𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔, Han Seojun
𝒮t★r saga.
Después de la muerte de su amigo, Lee Hana se aleja del chico que ama para apoyar a su hermano, creando tensión entre su amor y su familia. Un año después, se encuentra nueva...
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Fue gratificante despertar con la suave luz del sol iluminándolos. Cuando Hana abrió los ojos Seojun rodeaba con un brazo su cintura mientras la abrazaba por la espalda, sonrió al sentir la respiración de su novio en su nuca y se dio la vuelta para mirarlo a la cara. Se veía tierno, su belleza lucía tan inocente que si Hana no lo conociera, no podría creer que ese chico tenía la capacidad de mantenerla despierta y entretenida toda la noche.
Solo pasaron unos segundos hasta que Seojun despertó, como una buena pareja se dieron los buenos días con un beso y claro, decidieron que era pertinente bañarse juntos. Ya no había necesidad de mantener barreras entre ellos, sentían que ahora podían hacer lo que fuera.
¿Lo mejor de todo? Que todavía tenían dos días para disfrutar de la playa.
— ¡Tienes que ponerte protector!— dijo Hana en un regaño mientras tenía un poco de corrector solar en la mano, lista para ponerle a Seojun.
— ¡Ya me puse!— dijo Seojun, negándose a ponerse más como si fuera un niño pequeño, Hana viró los ojos e hizo caso omiso, comenzando a aplicar el bloqueador en la espalda del chico.
— Tenemos que cuidarnos, ¿no crees que sería raro que ambos llegáramos bronceados?
Seojun rodó los ojos pero no tenía argumentos, Hana tenía razón así que dejó. Ella puso el bloqueador en su espalda, brazos, nuca y cuello, luego le lanzó la botella a Seojun, quien la miró incrédulo.
— ¡Oye!— se quejó, Hana lo miró confundida.
— ¿Qué?— preguntó.
— Te faltó esto,— dijo señalando su abdomen y pecho descubiertos.— y esto.— dijo señalando su cara.
— ¡Ya no eres un bebé, Seojun!— dijo Hana.— Puedes ponértelo tú solo.
— Pero yo quiero que me lo pongas tú.— a veces era ridículo, pero aún así le causaba gracia a Hana.
— ¿Eres un bebé?— preguntó Hana con afán de molestarlo, Seojun miró hacia otro lado mientras se cruzaba de brazos, completamente indignado, entonces Hana rió y cedió.— Bien,— dijo tomando la botella de bloqueador.— le pondré su bloqueador a mi bebé.— dijo burlona.— Pero tú te pondrás en las piernas.
