die for you, han seojun ★

⚠️ 𝐱𝐯. outta my mind

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this is gonna break me
no, don't you wake me, i wanna stay in this dream
don't save me, don't you try to save me
i need a way we can dream on
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La brisa acariciaba suavemente sus rostros mientras la luna los iluminaba, Seojun guió a Hana hacia la terraza del restaurante, donde había reservado una mesa para ellos dos solos con la vista del mar y el cielo estrellado. Una mesa para dos los esperaba, estaba adornada con velas y pétalos de rosa, Hana sintió un golpe de felicidad golpearla y miró a Seojun, sus ojos brillaban con el reflejo de las estrellas.

— Eres increíble.— fue lo que dijo antes de soltar una risa nerviosa. Jamás se imaginó encontrarse en una escena tan romántica como esa.

Seojun se portó como todo un caballero, incluso más de lo habitual. Tiró de su silla para que ella pudiera sentarse antes de tomar lugar frente a ella. Se había esforzado demasiado, para empezar porque le invirtió demasiado al viaje y a esa cena en especial. Sus manos sudaban ligeramente y su corazón latía con fuerza mientras sentía su pecho comprimido: todo debía ser perfecto.

Comenzaron a cenar con el murmúrelo de olas y una suave melodía acompañándolos, Hana estaba encantada con cada pequeño detalle de aquella noche. Seojun se veía como un protagonista de película y era encantador: lo era todos los días, pero había algo diferente en su aura esa noche.

Por un momento olvidó a Suho, a sus compañeros, a todas esas personas que murmuran a sus espaldas por cada movimiento que realizara. Se sentía completamente llena y feliz mientras reía junto a su amado, tomados de la mano sobre la mesa con el pulgar de Seojun acariciando su dorso con dulzura y amor.

En esos pequeños momentos se sentía como si el mundo fuera suyo; no era nadie más que ellos dos y su amor. Hana veía a Seojun a los ojos y solo con ello se sentía amada.

— Hana,— dijo Seojun de repente. Evitó por un momento mirar a la chica Lee a los ojos porque temblaba de nervios, como si tuviera miedo de ser rechazado.— sé que me tardé, pero quería que esto fuera especial.— dijo, Hana lo miró con curiosidad mientras sus mejillas se tornaban rosas.

Seojun se levantó y sacó una pequeña caja de su bolsillo, los ojos de Hana se llenaron de lágrimas en menos de un segundo. Luchó por contenerlas mientras desviaba la vista hacia otro lado, sintiendo un nudo en la garganta al darse cuenta de la magnitud del momento; Seojun se acercó hacia ella mientras sacaba un pequeño anillo, brillante y delicado, adornado con un pequeño diamante, y se ponía de rodilla frente a ella.

— ¿Qué?— preguntó Hana soltando una risita extremadamente nerviosa.— ¿Vas a pedirme que me case contigo?— preguntó, bromeando para quitar la tensión de su cuerpo. Seojun sonrió de lado mientras la miraba.

— Bueno, tal vez exageré con esto.— aceptó soltando una pequeña risa, refiriéndose a su pose.— ¿Si te pidiera matrimonio aceptarías?— preguntó curioso.

— Estás bromeando, ¿cierto?— preguntó Hana, pues la respuesta era obvia.

Ambos sonrieron y Seojun se levantó, luego tomó la mano izquierda de Hana con delicadeza y colocó el anillo donde la gente solía poner anillos de bodas, solo como una pequeña "broma" entre ellos.

— ¿Me concederías el honor de ser tu novio, Lee Hana?— preguntó, esta vez con completa seriedad.

Como respuesta Hana lo tomó delicadamente del cuello y lo obligó a agacharse ligeramente mientras atrapaba sus labios en un suave y eufórico beso: Seojun lo tomó como un sí. Llevó sus manos a la cintura de Hana y la acarició de forma lenta y tentativa. Ambos soltaron un suspiro mientras sus labios formaban una danza sensible y tierna.