1. ¡Me mudé al desierto!

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Primero quiero aclarar algo:

El nombre del hermano de Chase, que era Davis será cambiado porque, aunque me guste ese nombre, no va con la personalidad que quiero para el personaje(o al menos así lo siento)

Por ello, ahora se llamará Allen, ese nombre siento que queda mejor.

Bueno, aclarado este problemita, podemos iniciar con la historia...






Miranda

Good 4 you, de Olivia Rodrigo sonaba en la radio mientras acomodaba todo en su lugar. Hacía dos días desde que me había mudado a Arizona y aún no acababa de desempacar.

El teléfono comenzó a sonar y rápidamente lo tomé y me lo acomodé en el oído, sujetándolo entre mi mejilla y mi hombro.

—¿Hola?— pregunté ya que no había visto quien llamaba.

—¿Miranda?— preguntó una voz chillona desde el otro lado de la bocina—¿Miranda, eres tú?

— Soy yo Tamy—. Respondí a mi amiga.

—¿Cómo estás?

— Normal, ¿Cómo voy a estar en este lugar tan apartado de la sociedad?— respondí con voz irónica.

—Entonces, ¿Sí estás bien?

—¿Cómo voy a estar bien Tamara?— pregunté —¡Me mudé al desierto!

— Para estudiar la carrera que amas—. Me trató de calmar.

— Con tantas que hay.

— Pero tus padres aceptaron pagarte esta—. Me recordó — Además, ¿No era esto lo que querías? Independencia, libertad, vivir sola. Arizona puede ser tu oportunidad—. La escuché reír. Ni ella se creía sus propias palabras—Y no es del todo un desierto— Añadió—¿Ya conseguiste trabajo?

— Aún no, pero me hablaron sobre una cafetería a unas cuadras de mi casa—. Respondí— Esta tarde me pasaré por ella para ver si tienen vacantes libres.

—Vale—. Respondió — Oye, hablamos luego. Quedé en verme con Chris esta tarde.

— Adiós—. Me despedí y colgué.

Esa tarde, luego de terminar de desempacar me dirigí hacia la cafetería de la que me había hablado la señora del alquiler. Al bajarme del taxi observé toda su estructura. No era lo mejor, pero estaba muy bien cuidada. Había un letrero donde decía: CASA DEL TIEMPO, en colores rojos. En la parte de afuera habían algunas mesas acomodadas en fila, donde algunas personas hablaban animadamente mientras disfrutaban de una comida.

Me acerqué a la puerta de cristal y la  abrí, dejando que mi mirada recorriera todo su interior.

Había una barra de color marrón, donde un señor gordo y de barba atendía a las personas. Detrás de él se encontraba el menú y un dispensador de refresco.

— ¡Pedido listo!— gritó otro señor desde la parte de trasera y una chica de cabello castaño se acercó.

—¡Gracias Deen!— agradeció antes de tomar la bandeja y dirigirse hasta una de la mesas.

Decidí caminar donde el señor de la barba y preguntarle sobre el dueño del lugar.

— Soy yo linda—. Me respondió —¿Qué se te ofrece?

— Venía por la oferta de trabajo —. Respondí un poco nerviosa.

El hombre se veía más intimidante de cerca que de mejor. Sus ojos tenían ojeras enormes, su piel rellena, nariz ancha y labios gruesos. Su rostro se mantenía serio, como si no le apeteciera hablar con nadie,pero apenas le mencioné la oferta de trabajo me sonrió.

Solo Contigo, Maldito Biker (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora