Era un día nublado en Metrópolis. El magnate millonario, Lex Luthor, trabajaba en uno de sus más recientes inventos. Según él, esto revolucionaría su empresa, y lo haría cumplir uno de sus más grandes deseos: Matar a Superman.
De alguna manera creía haber encontrado el secreto para permitirse viajar de un universo a otro de manera sencilla, no estaba tan equivocado, era un hombre muy inteligente. Pero las cosas no irían como él lo planeaba.—Mercy, está lista.
—¿Está seguro?— Mercy masticaba chicle, para ella esto sólo era una más de las locuras de su jefe.
—¡Claro que estoy seguro! He estado meses trabajando en esta cosa, te aseguro que está más que lista, pero debo hacer una prueba primero.
—Y supongo que no arriesgará su cuello en algo así.
—¿Quieres entrar?— Sonrió. Mercy claramente no le devolvió el gesto —Por favor, sólo bromeaba, no seas tan anticuada.
—¿Qué tal si estalla?
—No estallará, es estable, la he encendido antes. Lo que tengo que hacer ahora es conseguir un sujeto que entre.
—Una persona en su sano juicio no entraría.
—¿Prefieres que use un animal? ¿Cómo sabría si funcionó?
Mercy simplemente acomodaba las herramientas de Luthor, no quería tener que ver en sus delirios.
—No sé como pretendes hacer que alguien entre ahí.
—Cualquier idiota entraría si le pago ¿Me harías un café?
—Claro, es muy sencillo arriesgar la vida de cualquiera idiota— Contestó Mercy en tono sarcástico, mientras le preparaba el café.
—Escuché en las noticias que el Joker está en Metrópolis.—¡Mercy... Eres un genio! ¿Dónde está mi teléfono?— Luthor se apresuró a encender la televisión, efectivamente, el príncipe payaso del crimen se encontraba en Metrópolis, porque Superman es blanco fácil, y además cometer crímenes en los mismos lugares a diario puede volverse aburrido.
—Mencioné al Joker porque a usted le gusta trabajar con él de vez en cuando, pero no creo que sea una idea muy razonabl..
—¡Mercy, mi teléfono!— La rubia le alcanzó el teléfono de mala gana —Al contrario, es una idea más que razonable ¿Cómo no lo pensé antes? Es una gran idea.
—El Joker es impredecible.
—Sólo es un poco inquieto, sé cómo mantenerlo bajo control.
—Tiene una reunión en dos horas.
—Eso es suficiente tiempo— Lex marcó el número del payaso repetidas veces pero sólo recibía una risa grabada en la contestadora.
—Idiota... Tendré que ir a buscarlo.—¿Le digo a los inversionistas que está ocupado?
—Tú sabrás como manejarlo Mercy, tengo que irme, mientras más rápido pruebe la máquina mejor. Inventa una excusa o algo.
—¿Pero ya no va a querer su caf...
—¡No!— Lex se marchó enseguida, dejando a Mercy con el café en la mano, al final se lo bebió ella.
Superman estaba al tanto de los hechos, pero no iba a intervenir, no podía intervenir.
Batman se lo había prohibido, a diferencia de él, el Kryptoniano no tenía ningún problema en matar al payaso, le había dicho un millón de veces que si lo veía en Metrópolis se encargaría él mismo de borrarle la sonrisa.Batman tenía claro que el Joker era muy volátil, que en algún momento podría ir a cualquier ciudad vecina y hacer cualquier cosa, era capaz de todo. Por eso le dijo a Clark que en lugar de cometer lo que para él sería un "error", lo llamara y él acudiría de inmediato, sabía que Superman no tenía la fuerza para soportar sus juegos mentales.
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❝𝑼𝒏𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆❞ [𝓑𝓪𝓽𝓳𝓸𝓴𝓮𝓼]
RomanceLex Luthor, en uno de sus tantos experimentos, logra hacer una máquina increíble que creía que tenía controlada, pero al entrometerse el Joker, se dará cuenta que aún no está lista para ser utilizada y eso terminará en un terrible accidente... O qui...