𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠

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Batman conducía mientras miraba de reojo al payaso una y otra vez, lo que hacía que este se incomodara bastante, usualmente su enemigo jamás le prestaba atención.

—¿Qué me ves?— El Joker hizo una mueca.

—Los colores oscuros no te sientan tan mal.

El payaso no sabía como sentirse, era como si su enemigo le estuviera dando un cumplido.
De hecho lo hacía, pero de manera sutil, los colores más oscuros resaltaban su pálida piel. Bruce empezaba a creer que no estaba alucinando después de todo, y de alguna manera, tenía en frente al hombre que había significado tanto para él en el pasado.

El de piel blanca prefirió ignorar el comentario mientras seguía mirando por la ventana.

—¿A dónde vamos?— Preguntó impaciente.

—Ya lo verás— El murciélago detuvo el Batimóvil en el Cementerio de Gotham, ambos bajaron del vehículo.

—Está cerrado genio ¿Ahora qué?

—Saltaremos la reja— El Joker arqueó una ceja y le sonrió.

—¿Ah sí? Qué curioso Batsy, hubiera jurado que eras un hombre respetable.

Ambos treparon y saltaron la reja, el ojiverde encontraba la situación bastante entretenida.
El pelinegro avanzaba en la oscuridad, seguro de sus pasos, como si conociera el camino de memoria. De hecho, así era, lo conocía mejor que nadie, iba allí cada vez que tenía tiempo.

Mientras tanto el payaso lo seguía, tratando de no tropezar con las múltiples lápidas.
Al final Batman se detuvo frente a una lápida específica, sacó una pequeña linterna de su cinturón y se la entregó a su némesis.

—Enciendela, tenemos poco tiempo antes de que llegue el celador.

El Joker no veía el nombre en la lápida, pero no era tonto ¿Por qué el murciélago lo traería a un cementerio después de decirle que estaba muerto? Encendió la linterna y leyó el nombre que sospechaba se encontraría grabado en la piedra.

"El Joker
Nombre desconocido"
Estaba inscripto en la lápida.

"Debe ser un truco" Pensó el de piel blanca.

—¿Lo ves?

—¡Yo no estoy muert..!— Le gritó, pero Bruce le cubrió la boca antes de que pudiera terminar.

—¡Shh! ¿Estás loco? Te dije que nadie puede vernos, es peligroso.

—Mira, si tratas de asustarme, o hacer que cambie de alguna forma estás perdiendo el tiempo, no sé que truco es este Bats, pero ¡No es gracioso!— El Joker estaba desesperado, miraba la lápida con temor. Su mayor miedo era morir solo, en el olvido, que nadie lo recordara, haber muerto de una manera tan ruín y común como un incendio le parecía una desgracia.

Trató de calmarse, pensando que esto podría ser una simple broma, pero sabía bien que Batman nunca hacía bromas de ningún tipo. Al observar la tumba con detenimiento, notó que había unas flores, un ramo de rosas blancas y crisantemos amarillos que parecía muy reciente.

—Al menos alguien me recuerda— Suspiró con pesar —¿Quién crees que dejó las flores?

—No lo sé— Mintió —Puede haber sido Harley.

Él mismo había dejado las flores casi una semana atrás.

Dejaba flores casi todas las semanas, ya que visitaba la tumba cada vez que tenía oportunidad, usualmente venía de noche, encapuchado, para que nadie lo reconociera. Aunque de todas maneras, él era el único que lo visitaba.
Un minuto después, el hombre que vigilaba el cementerio comenzó a caminar cerca de donde estaban, aún no los había visto por la oscuridad.

❝𝑼𝒏𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆❞ [𝓑𝓪𝓽𝓳𝓸𝓴𝓮𝓼]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora