3

7 0 0
                                    

¿Por qué soy diferente a las demás?

***

DICIEMBRE DEL 2019

Esa frase no salía de mi mente, ¿será algo bueno o malo? Nunca antes había comenzado a sentir esto que muchos llaman inseguridad. Estar justo parada frente al espejo y observar con detalle cada parte de mí. Mis flacuchos brazos, mis piernas delgadas, mi busto pequeño y por último mi rostro aniñado. ¿A caso está mal no lucir como las chicas de mi edad hoy en día?

Intento esfumar esas estúpidas ideas de mí y doy un brinco hacia mi cama. Tomo el móvil y allí estaba su mensaje.

Connor.

La tarde anterior, platicamos entre nosotros luego que terminara la película. Lo poco que pude percibir de él, es que es un chico muy introvertido, sin embargo, tenía un poco más de experiencia en el amor que yo, claro si es que se le puede llamar así a su corta edad. A los quince años nada es para siempre solo una etapa del enamoramiento. Esa misma que yo no tuve a su edad y que no creí importante hasta el día de hoy. Pero, supongo que aún estoy joven, ¿no? A veces me pongo a pensar que quizás tuve un retraso en la pubertad que impidió que mis hormonas se alborotaran cada vez que veía a los niños de mi salón, impidiéndome que me atraiga alguno. Ahora a mis dieciocho años mis sentimientos actuaban de manera extraña al tener el presentimiento de sentir algo así por alguien menor que yo.

Guardé su nombre en mi lista de contactos seguido de un corazón negro. ¿Por qué lo hice? No tengo la menor idea. Supongo que tuve en cuenta su color favorito al momento de agendar su nombre en mi móvil ¿y qué mejor que un corazón negro? Ya sé que lo que pensarán, "la menos ilusionada" pero fuera de eso, Connor tenía la pinta de ser alguien misterioso quizás por lo tímido que es y eso llamó más mi atención.

Me cambié lo más rápido, luego de avisarme que estaría cerca en breve. Vistiéndome unos pantalones flojos, un polo de rayas y mis converse azules. Uhm, ¿Maquillaje? Mejor otro día. El cielo oscureció, al salir observé a Connor que se encontraba sentado en el centro del parque. Lo saludé atenta y él devolvió del mismo modo el saludo. Su mirada no dejaba su muñeca y ese nuevo tatuaje recién marcado en su piel.

—Te lo hiciste. —expresé asombrada, no creía que sí habló muy enserio respecto a ese tema. Y más aún con el permiso de sus padres.

—Todavía duele. —acariciándose despacio con las yemas de sus dedos. Si bien no era un tatuaje grande, sino un pino medio triangular pequeño. Lucía muy bien hecho, no me imagino el dolor que habrá sido soportarlo.

—¿Qué significa? —le pregunté curiosa.

Resistencia y fuerza. —volteó a verme, —Los pinos se mantienen firmes, a pesar de los fuertes vientos que puedan atravesar. Eso es lo que él siempre quiso para mí.

—Ser fuerte a pesar de todo.

Pensé dos veces antes de hablar así que preferí callar, las palabras que expresó en su momento era una mezcla de dolor y tristeza. Solo me quedaba ser empático con él y darle mi apoyo sea cual fuese la situación difícil que esté atravesando.

Levanté mi mano y le acerqué hacia su espalda. Acariciándole suavemente, al instante él vuelve su mirada con la mía. Nerviosa por lo que hice, reposé mi mano nuevamente en mis muslos.

—Disculpa, yo sólo quería sentir lo que sea que estés sintiendo.

—¿Dolor? ¿Por perder a alguien al que realmente le importaste?

—Siempre habrá personas al que les importes.

El dio un suspiro fuerte y se echó sobre mis piernas. Quedándome estática por lo que había hecho.

CÍRCULOWhere stories live. Discover now