CÍRCULO

5

¿Está mal ser yo?

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ENERO DEL 2020

Ha pasado más de una semana desde que el año nuevo inició, así como pasaron diversos sucesos que han cambiado mi entorno. Primero, las parejas amorosas que se formaron. Iana ahora salía con Chris y Melissa con Dave, por más que intentaba pertenecer a su grupo sentía que sobraba más aún sin la presencia de Sandra, que ahora difícilmente quería salir para no pasar exactamente esto, "el mal tercio".

Los únicos que hacían mi verano un poco más interesante fueron la presencia de Connor y Pamela, que se estaban convirtiendo en personas muy importantes para mí. Su amistad, lo valoraba y mucho. Ahora que sentía que mis primas comenzaban alejarse lentamente de mí, mi único refugio era ellos dos, pero sobre todo él.

—Al menos deberían ver un poco la película. —expreso un tanto incómoda al ver a las dos parejas besándose sin ni siquiera haberle dado un vistazo al televisor.

—Nosotras ya lo vimos Luna. —comentó Iana sin dejar en paz el rostro de Chris.

—Lo pusimos para ti. —continuó Melissa.

—Ah, bueno gracias. —rodeo los ojos.

—¿Todo está bien contigo? —preguntó la menor.

—Tal vez podríamos jugar algo los cinco. —intervino Dave al ver lo tenso que se estaba formando el ambiente.

—Puede ser fungi, es divertido. —le siguió Chris.

—Eso es en pareja. —respondió embarazoso el trigueño.

—Creo que debería irme.

Me levanté de mi asiento y sin despedirme salí de la casa. Lo último que quería es quedarme en un lugar que por más haya tratado ser parte, sentía que mi presencia nunca será suficiente. A veces me pongo a pensar que la llegada de nuevos personajes a nuestras vidas cambia por completo a lo que uno ya está acostumbrado y donde era muy feliz. La voz de las dos chicas logró que me detenga en la entrada.

—Luna, ¿Dónde vas? —espeta preocupada Iana.

—Pamela me dijo que vendrá hoy a ver a sus abuelos. —agrego sin mirarlas.

—¿Desde cuándo tú y ella son amigas? —preguntó desconcertada Melissa. Claramente, yo también lo estaría después de los diversos conflictos que se armaron desde más antes entre ellas por distintos motivos. A pesar de ello, no me gustaba juzgar a las personas sin conocerlas y lo único que ha sido conmigo es ser una persona amable.

—Tal vez desde que ustedes están enamorados y Sandra no quiere salir mucho. —confesé en una sola voz.

—Vale. —sigue, —Pero ve con cuidado, Pamela no es una buena persona y lo sabes ¿no?

—Ella no es alguien en la que puedas confiar. —concluye Iana.

Me encontraba en el parque mientras esperaba a la chica de lentes que venía apresurada directa a saludarme.

—Connor, me ha llamado. —expresó en una sola voz.

—¿Puedo ir contigo?

La invitación le tomó por sorpresa, el impulso de querer ir con ella ni siquiera me dio el tiempo para darme cuenta que no me encontraba vestida decente, apenas mis clásicos pantalones flojos rasgados, zapatillas de tela blanca y una casaca negra mucho más grande que mi cuerpo. Ella aceptó pese a que en el fondo presentía que no le había agradado la idea, pero al verme en el solitario parque no dudó en llevarme consigo.