7

13 0 0
                                    

¿Mi primer beso o el inicio del círculo?

2047

Mi pecho subía y bajaba como un torbellino, nuestras respiraciones aún se encontraban agitadas y el tono rojizo de sus labios se apreciaban con más fuerza por la culpa de mis besos. Observaba a mi esposo como una misma primeriza. Hacía tiempo que no pasaba un buen momento así con Cristhian, el trabajo lo tenía tan ocupado con sus constantes viajes que hasta se me había olvidado por completo lo bueno que es antes, durante y después de tener intimidad. El padre de mi hijo, no solo me ha demostrado en estos quince años de matrimonio que es un gran padre sino el mejor de los esposos. Tantos años escribiendo romance, con el deseo de algún día encontrarme un hombre escrito por una mujer hasta que él se cruzó en mi camino. En el momento menos inimaginable, sucedió. Luego de años en una relación que marcó un antes y después en mi vida como fue la llegada de Connor a mis dieciochos años, Cristhian convirtió ese círculo en una figura con ángulos en el que pude escapar de allí. Demostrándome que no existe mejor relación de dos personas que están dispuestas amarse sin lastimarse hasta que la muerte los separe. Había sido el mejor inicio de año de todos los tiempos y todo gracias al hombre que acariciaba en estos momentos, mi blanquito de arruguitas en el rostro con esa hermosa sonrisa delineada y pequeños ojitos marrones.

-¿Por qué presiento que extrañabas esto?

- ¿Solo yo? -dejé escapar una sonrisa en el rostro.

-Para qué te voy a mentir. -acercando mi cuerpo desnudo al suyo, -Es que, si te miras al espejo amor, tu cuerpo, tu rostro, toda tú. El tiempo que ha pasado ni siquiera se ha cruzado contigo. En cambio, yo, cada vez más viejo por arriba y por abajo.

-Amor. -lancé unas pequeñas risitas al expresarse así, -Para mí estás perfecto.

-Eso no quita que ya llegué a los cincuenta. -acariciando mi rostro, -Y ni siquiera pudimos tener la hija que tanto querías.

-Cristhian, yo estoy agradecida contigo por la familia que tenemos juntos. Edward y tú son mi mundo.

-¿De verdad? -apartándome de él para sentarse y reposar su espalda sobre el respaldar de la cama del hotel en el que nos hospedamos por celebración de año nuevo.

-Por supuesto que sí. -acariciaba su rostro lentamente al verlo en silencio. -¿Sucede algo?

-Edward me contó que te encontraste a Connor en el supermercado luego de descubrirlo leyendo esa obra que nunca publicaste. ¿Es él, el protagonista de tu historia?

Me tapé con las frazadas al sentir una corriente de aire entrando por la ventana acorralando mi piel desnuda. Paso con dificultad antes de contestar después de todo él era mi pasado y mi matrimonio se ha basado en la confianza desde que tengo uso de razón así que no debería ocultar nada.

-Sí. -expresé firme, -Pero ya te he dicho que ese manuscrito es una tontería que escribí cuando era joven, por eso nunca valió la pena publicarlo.

-No digas que fue una tontería, porque si fue importante en su momento, jamás lo será. No minimices tus sentimientos si es algo que te lastimó. -me tomó de las manos haciéndome sentir segura que no le había afectado lo que hablamos. A veces me sorprendía lo maduro que es Cristhian con mis asuntos del pasado, raras veces se ha sentido celoso de personas que ahora ya no pertenecen a mi vida y me tranquiliza el hecho que empatice con el dolor que me causó esa relación al ser la primera y única que he tenido durante mi etapa de la juventud antes de conocerlo.

-Tiene cáncer al pulmón. -le informo al recordar nuestra charla en la cafetería luego que me dijera que cada vez estaba más cerca de su abuelo. La noticia de Connor había sido un balde de agua fría siendo capaz de poner mi mundo arriba. Como si muy en el fondo me hubiera afectado el hecho que pueda verlo partir algún momento. Bajo la mirada al sentir los ojos convertirse en cristales, aunque eso me cueste reprimir mis emociones de tan solo imaginármelo.

CÍRCULOWhere stories live. Discover now