Balas Perdidas

1. Nuevo fichaje

─¿Crees que la reina del hielo aceptara esta noche unas copas? 

─¿Tanto te importa lo que haga? ─ La pelinegra resoplo mientras seguía mirando los informes antiguos de la autopsia del caso actual.

─Kiki, lleva siendo parte del equipo durante 6 meses─ El castaño gesticulo nervioso─ ¡Y solo sabemos su nombre y apellido!  

Paul parecía desesperarse con el nuevo fichaje en la oficina, su falta de interés en conocer a sus compañeros le parecía, aparte de una falta de respeto, un gran problema para el trabajo en equipo, lo cual era de vital importancia para Paul. 

─No todo el mundo es un perro sociable como tu─ La pelinegra se dirigió hacia la pequeña barra, seguida del castaño, donde estaban las maquinas de café y empezarse a preparar uno─ Deberías dejar a la gente su espacio.

Paul suspiro como por sexta vez en la conversación, Chiara solo podía pensar que exageraba. No podía negar que la pelirroja que hacia ya 6 meses formaba parte de la BAC (Brigada de Análisis de Casos) había despertado su curiosidad debido a su falta de emociones aparente o ganas de socializar, mas allá de lo meramente profesional.

Paul era el inspector al mando del departamento de las oficinas de la BAC donde Chiara era la forense. En un resumen rápido, la BAC era una brigada especializada en revisar casos que habían sido cerrados por falta de pruebas en el tiempo o por la imposibilidad de la policía de resolverlos, también eran los encargados de revisar casos donde se sospechara una manipulación, malamente dicho, eran los revisores.

En su brigada específicamente no eran muchos mas. Paul, mejor dicho Pablo Delgado, era el inspector, Chiara Oliver la forense, también estaba la especialista en informática Beatriz Fernández y dos detectives que apoyaban en la investigación a Paul, los cuales eran Lucas Curotto, que fue agente en las fuerzas especiales y el nuevo fichaje, Ruslana Panchyshyna.

El sonido de la cafetera, alertando que el café estaba hecho, corto la pequeña conversación entre Paul y Chiara.

─Bien, supongo que tienes razón ─ Admitió algo cansado─ Al menos tu si vienes ¿no?

─Tengo que revisar un montón de documentos... ─ La pelinegra resoplo recogiendo la carpeta con todos los archivos─ Aparte de pedir las pruebas de balísticas del caso, al ser tan antiguo me creo que hubiera un error en la identificación.

─¿Por que crees eso?─ Curioseo el castaño.

─En el informe ponía que los disparos fueron a quemarropa, sin embargo, al rededor de las heridas que se pueden apreciar en las fotos, no encuentro restos de pólvora─ Abrió la carpeta y se la enseño a Paul─ Tal vez utilizaron un tipo de munición especial o tal vez hubo una manipulación en el informe.

─Mírala que lista─ Paul le dedico una sonrisa entre orgulloso y coqueta─ Pero, pese a lo que tengas que hacer, no te libras esta noche.

La pelinegra suspiro y rodo los ojos mientras le daba la espalda y se dirigía al deposito─ ¡Tu eres el jefe! Luego no te quejes...

Tras un buen rato estudiando los papeles sobre el informe hecho y pedirle a Bea que iniciara un proceso de revaluación al informe de balística y autopsia, la medio inglesa pensó que el segundo café del día era el impulso que le faltaba para terminar la jornada y sobre todo la salida improvisada con sus compañeros. 

Iba absorta a sus pensamientos hasta que reconoció la figura de la pelirroja, la cual seguía en su ordenador, en la misma postura en la que se encontraba la ultima vez que subió a estas partes de la oficina.