CISNE | haikyuu x male

✧ Five✧

"Nunca subestimes tu capacidad de cambiar y mejorar. Eres capaz de lograr lo que te propongas."

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LA NOCHE ES FRÍA Y SILENCIOSA, Hikary estaba sentado en el borde de la ventana de su dormitorio, leyendo uno de sus mangas favoritos "Boku no Hero Academia".

"Siempre he dicho que Katsuki y Izuku son almas gemelas, sólo mirandolos a ellos dos se puede ver" Dice para sí mismo y cierra el manga dejándolo en su estante, mira al cielo, ve que la noche es hermosa con las estrellas más brillantes que nunca, recordó lo hermoso que es el cielo en Japón y el atardecer cuando aun era un niño.

"Hermoso"

Susurró por un momento y cerró los ojos para que el viento pudiera mover su cabello con facilidad, sonriendo ligeramente al silencio pacífico.Los recuerdos de sus antiguos días en Japón inundaron su mente, el olor del mar, el sabor de los ramen de su abuela, la risa de sus viejos amigos.

Pero sabía que no podía vivir en el pasado. Él estaba aquí ahora, de regreso en su amado país, con un nuevo equipo. Y estaba decidido a aprovecharlo al máximo,abrió los ojos y miró las estrellas. Era un recordatorio constante de que no importa dónde estuviera, siempre formaba parte de algo más grande, respiró profundamente,podía sentir el aire fresco de la noche llenando sus pulmones, podía sentir la paz del momento.

Él sonrió para si mismo, estaba en casa.

Cerró los ojos y se fue a dormir, soñando con jugar a voleibol bajo las luces brillantes del gimnasio de Karasuno.

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La oscuridad de la madrugada envolvía la habitación, solo rota por la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana. Un joven de cabello oscuro como el cielo de media noche,se encontraba retorciendose y girando en su cama, sudado y agarrando la manta que apenas cubría su cuerpo, de repente, un grito desesperado rompió el silencio de la habitación.

"¡AYÚDENLO!"

Hikary se aferro a su camisa con desesperación, su corazón latía con fuerza, como un tambor desbocado, y su pecho subía y bajaba agitadamente, buscando ansiosamente aire para calmar la angustia que lo invada. Las lágrimas, como pequeñas gotas de lluvia, brotaban de sus ojos empapando sus mejillas, se sentó en la cama buscando refugio en lo quietud de la noche, pero la pesadilla aún la perseguía, susurrando imágenes de terror en su mente.

Su mirada se posó en el reloj que colgaba de la pared. Las cuatro de la madrugada, la noche aún era joven, pero para aquel joven de ojos ambar parecía extenderse como una eternidad.

Se dirigió hacia la ventana y la abrió, dejando entrar la brisa fresca de la madrugada. El aire frío acarició su rostro, llevándose consigo las últimas lágrimas que aún brotaban de sus ojos. Cerró los ojos, respirando profundamente, y dejó que la quietud de la noche lo envolviera.Hikary abrió los ojos con cautela, rompiendo el silencio de la madrugada, la pesadilla aún resonaba en su mente, pero esta vez no lo dominaba el miedo, con determinación, se alejó de la ventana, moviéndose con sigilo para no despertar a sus tíos y Kiyoko, pues al parecer su grito no fue lo suficiente mente fuerte para despertarlos.

Sus movimientos eran precisos y silenciosos, como los de una ninja. Se vistió con ropa oscura, adecuada para su caminata nocturna, y ató con cuidado los cordones de sus tenis. Su mirada se posó en su bastón, que descansaba junto a la ventana. Lo dejó allí, prefiriendo la libertad de movimiento en esta ocasión.