❝ El camino hacia el éxito está pavimentado con tropiezos, pero solo aquellos que se levantan después de cada caída llegan a la cima❞
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Con un coraz...
"Los obstáculos son solo pruebas de que estamos avanzando. Cada caída nos hace más fuertes."
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EL BULLICIO SE ESCUCHÓ EN TODA LA CANCHA de voleibol del Karasuno, el sudor resbalaba por los cuerpos de los jóvenes atletas. El balón rebotó una y otra vez, impulsado por los fuertes brazos de los jugadores que entrenaban con entusiasmo. Entre el bullicio de los gritos y las risas, se distinguía la figura de Hikary, un joven de ojos ambarinos y cabello negro azabache, enfrascado en una animada conversación con el entrenador Ukai.
Con una libreta en mano, Hikary le mostraba al entrenador una serie de diagramas y anotaciones, parecía haber ideado nuevas estrategias y jugadas que podrían mejorar el rendimiento del equipo. Mientras tanto, sus compañeros realizaban una variedad de ejercicios, algunos practicaban sus saques, otros perfeccionaban sus bloqueos y otros más se estiraban para evitar lesiones.
De repente, Hikary desvió su mirada de la conversación y la dirigió hacia la entrada de la cancha. Sus ojos se iluminaron al ver a su prima Kiyoko, pero su atención se centró rápidamente en la persona que la acompañaba. Una joven de cabello rubio, con un semblante tímido, se encontraba justo detrás de Kiyoko. Sus hombros temblaban ligeramente, como si estuviera nerviosa.
Hikary esbozó una sonrisa sutil. "Al parecer, tenemos una invitada..."comentó, su voz apenas audible sobre el ruido de fondo.
Kiyoko alzó la voz, haciendo que el bullicio del entrenamiento se calmara, reunió a todos los miembros del equipo en un círculo.
Yachi, que hasta ese momento se había mantenido detrás de Kiyoko, se adelantó un paso. Con un profundo suspiro, se presentó con voz firme: "¡Soy Y-Yachi Hitoka! S-Soy de la clase 1-5". Dijo con bastantes nervios al presentarse antes los demás.
La reacción de los chicos fue inmediata, Hinata, siempre el más entusiasta, saltó de alegría. "¡Kiyoko-san es increíble! Por fin encontraste una nueva manager!"
Asahi, con su habitual sonrisa amable, agregó"Eso es fantástico, que bueno que pudiste encontrar a alguien para ser manager después de graduarnos". Sin embargo, a pesar de sus palabras, su gran estatura y su apariencia un poco intimidante hicieron que Yachi se sintiera aún más nerviosa.
La pequeña manager dio un respingo y se aferró a la camisa de Kiyoko, escondiendo su rostro detrás de ella. Sugawara, notando la incomodidad de Yachi, se acercó a Asahi y lo animó ya que este se había deprimido un poco al ver la reacción de la chica, haciendo que los demás presenten rieran un poco, o al menos algunos lo hicieron.
Hikary observaba la escena con una mezcla de diversión y ternura. Le encantaba ver a sus amigos interactuando y creando nuevos lazos. Yachi era claramente una chica dulce y tímida, y estaba seguro de que encajaría perfectamente en el equipo.
Mientras tanto, los demás miembros del equipo se presentaron uno por uno, dando la bienvenida a Yachi y haciéndola sentir más cómoda. Con cada presentación, la tensión inicial se disipaba y un ambiente más relajado se apoderaba de la cancha.
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Era la hora del almuerzo y todos los estudiantes se encontraban almorzando, ya sea en sus salones, o en otro lugares de la escuela, desde la ventana de un salón vacío , cuatro figuras se asomaban, sus ojos fijos en un punto específico del patio trasero de la escuela. Daichi, Sugawara, Asahi y Kiyoko, los pilares del equipo de voleibol de Karasuno, eran testigos de una escena que, aunque no era del todo nueva para ellos, siempre les causaba cierta intriga.
Hikary, el joven de ojos ambarinos y sonrisa cautivadora, era el centro de atención. Casi rodeado de un grupo de estudiantes la mayoría, era evidente que su popularidad no tenía límites, sin embargo, en ese momento, una chica, con el rostro sonrojado y los ojos llenos de esperanza, se encontraba parada frente a el.
"¡Sato-sempai, me gustas, por favor sal conmigo!" La confesión resonó con fuerza en el aire, dejando a los tres chicos atónitos. Daichi, con su habitual seriedad, frunció el ceño levemente, por la situación que estaba viendo, Sugawara,se mostró preocupado por la posible reacción de Hikary, y Asahi, como siempre, parecía un poco abrumado por la situación.
Kiyoko, por su parte, observaba la escena bastante tranquila y acostumbrada, Hikary desde la infancia la había acostumbrado a este tipo de situaciones. Su primo, con su encanto natural y su personalidad amable, siempre había atraído la atención de la gente, y más de las chicas.
Hikary, ante la declaración de la chica, se inclinó ligeramente en señal de respeto. "Lo lamento, pero no puedo aceptar tus sentimientos. Justo ahora, no estoy en busca de una relación". Sus palabras fueron dolorosas para ella, pero su tono era dulce y calmado.
La chica, visiblemente afectada, salió corriendo de allí, dejando tras de sí un rastro de lágrimas, Hikary la miró marcharse con una expresión de tristeza. No quería herir sus sentimientos, pero tampoco quería dar falsas esperanzas.
Los tres amigos de Hikary intercambiaron miradas. Sabían que su amigo era un chico bueno y que no le gustaba lastimar a nadie. Sin embargo, también entendían que era importante que fuera honesto consigo mismo y con los demás.
Daichi, Sugawara y Asahi, se alejaron rápidamente de la ventana, sus rostros aún reflejando la sorpresa y la intriga de lo que acababan de presenciar. Comenzaron a comentar sobre la declaración de amor y la respuesta de Hikary, pero fueron interrumpidos por Kiyoko, quien se detuvo de golpe y los miró con seriedad.
"No comenten nada sobre lo que vimos", advirtió Kiyoko, su tono de voz firme. "A Hikary no le gusta hablar de esos temas". Dicho esto, se dio la vuelta y continuó caminando, dejando a los tres amigos en silencio.
Los chicos se miraron entre sí, asintiendo en señal de acuerdo. Sabían que Kiyoko tenía razón y que era mejor respetar la privacidad de Hikary. Aunque en el fondo los tres estaban algo contentos por que aquel peli negro haya rechazado a esa chica, pero también sentían cierta pena por ella.
Sin embargo, no fueron los únicos que habían sido testigos de la escena. Desde la distancia, el entrenador Ukai había observado todo con atención. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios..¿Parecía satisfecho con la respuesta de Hikary.?
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HOLAAAAAA BUENASSSSS, LO PROMETIDO ES DEUDA Y AQUÍ LES TRAIGO UN CAPÍTULO RECIÉN SALIDO DEL HORNO ;)
POR CIERTO FELIZ DIA DEL NOV@ A TOD@S, LOS AMO Y LOS QUIERO, HASTA LES COMPRÉ FLORES 💐, MIREN PARA QUE SE QUEJEN DE MI, ME DESPIDO CON UN FUERTE ABRAZO Y TENDREMOS SORPRESA DE DOS CAPÍTULOS EN UN SOLO DÍA. ;D
