❝ El camino hacia el éxito está pavimentado con tropiezos, pero solo aquellos que se levantan después de cada caída llegan a la cima❞
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Con un coraz...
"El límite está en tu mente. Si crees que puedes, puedes."
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UN SILENCIO SEPULCRAL se apoderaba de la sala de exámenes de Karasuno, los estudiantes, sumergidos en sus hojas de papel, luchaban contra el tiempo y sus propios nervios para responder la mayor cantidad de preguntas posible. El ambiente era denso, cargado de la concentración y la tensión propias de este momento crucial.
Nuestro protagonista de cabello desordenado, observaba su hoja de examen con una mezcla de determinación e inquietud. Sus dedos tamborileaban sobre el escritorio, un reflejo de la agitación interna que lo embargaba, a pesar de su preparación, la presión del momento lo afectaba.
El maestro, con voz firme, anunció el final del examen, un suspiro colectivo recorrió la sala mientras los estudiantes levantaban sus hojas y las entregaban al frente. La tensión se liberaba lentamente, dando paso a una mezcla de alivio y expectativa por los resultados.
Hikary trazaba garabatos sobre su mesa, su lápiz danzaba sin rumbo fijo. Su mente divagaba, perdido en un laberinto de recuerdos, la imagen de aquella persona, con esos ojos que lo habían marcado, se materializaba con claridad en su memoria, el examen era solo un velo tenue que separaba su presente de aquel pasado que lo obsesionaba.
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El patio de la escuela, bañado por la cálida luz del sol de la tarde, era un hervidero de conversaciones, los alumnos de tercer año se habían congregado bajo la sombra protectora de un viejo roble. El tema central de sus charlas era el examen que habían rendido esa mañana, dudas, conjeturas y apuestas sobre las respuestas correctas se entrelazaban en un murmullo constante.
En medio de ese bullicio, un joven de ojos ámbar observaba la escena con una mirada distante. Mientras sus compañeros debatían acaloradamente, él permanecía en silencio, sus pensamientos vagando por otros derroteros. Asahi, conocido por su naturaleza tranquila y observadora, notó el aire de ensimismamiento de su amigo. Se acercó un poco más y, con un gesto casi imperceptible, rozó su hombro con el suyo.
" ¿Todo bien?" preguntó Asahi, su voz suave contrastando con el alboroto general.
Hikary volvió la mirada hacia él, una sombra de preocupación cruzando por su rostro.
"Sí, sí, todo bien." respondió de manera automática, pero su tono de voz no convenció a Asahi.
" No te veo muy convencido." insistió Asahi, estudiando la expresión de su amigo. "¿Quieres hablar de lo que sea?"
Hikary suspiró, como liberándose de una carga invisible.
"Es solo que... he estado pensando en otras cosas." admitió. "Algo que pasó antes del examen."
Asahi asintió, invitándolo a continuar.Sabía que cuando Hikary decidía abrirse, era importante darle todo el espacio que necesitara.
En ese momento, el timbre de salida resonó por el patio, interrumpiendo su conversación. Los demás estudiantes comenzaron a levantarse y a recoger sus cosas.
"Podemos seguir hablando después de clases." propuso Asahi, sonriendo con amabilidad.
El joven de ojos ámbar asintió nuevamente, y juntos se pusieron de pie, caminando hacia la salida. A medida que se alejaban del bullicio del patio, Asahi se sentía cada vez más seguro de que había hecho lo correcto al acercarse a su Hikary.
Kiyoko y Hikary caminaban lado a lado charlando sobre cosas triviales para mejorar el ambiente, sus sombras alargándose sobre el pavimento, e sol comenzaba a ocultarse, pintando el cielo con tonalidades de naranja y rosa. La brisa suave acariciaba sus rostros, llevando consigo el aroma de las flores de los jardines cercanos.
Kiyoko observaba a su primo con comprensión. Sabía que algo andaba mal con el desde que había regresado de Tokyo, pero respetaba su privacidad, así que esperaría a el que decidiera contarlo aquello que lo tenía tan perdido. Continuaron caminando en silencio por un rato, disfrutando de la compañía del otro, Kiyoko sabía que su primo era fuerte y que superaría cualquier obstáculo que se le presentara, y aunque estaba ansiosa por saber qué lo tenía tan preocupado, también respetaba su necesidad de tiempo y espacio.
Al llegar a casa Hijary se dio cuenta que sus tíos aún no había llegado, y Kiyoko también lo noto, así que decidieron preparar la cena dejar un poco para los demás, después recogieron el lugar y cada uno se fue a su habitación para poder tomar un baño y descansar después de un largo día.
Hikary se deslizó entre las sábanas frescas, sintiendo el suave algodón contra su piel, el baño caliente había disipado cualquier tensión acumulada durante el día, y la rutina de cuidado personal lo había dejado relajado y listo para descansar. Con un suspiro de satisfacción, se acomodó sobre la cama, dejando que su cuerpo se hundiera en el colchón.
A un lado, sobre la mesilla de noche, descansaba su teléfono móvil, su pantalla apagada, Hikary lo había dejado a un lado, consciente de que la luz azul podría interferir con su sueño. En su lugar, había tomado el manga que había estado leyendo, una historia que lo había atrapado desde la primera página, con cuidado, abrió el libro y continuó donde lo había dejado, sumergiéndose en el mundo imaginario de sus personajes favoritos.
Las horas pasaron volando mientras Hikary se perdía entre las páginas del manga. Cada viñeta era una ventana a un mundo diferente, lleno de aventuras y emociones. Sin embargo, a medida que la noche avanzaba, el cansancio comenzó a hacerse sentir, los párpados de Hikary pesaban, y las imagine y letras del manga se volvían cada vez más borrosas.
Con un suspiro, cerró el libro y lo dejó caer sobre su pecho, extendiendo los brazos, se acomodó nuevamente en la cama, esta vez con la intención de dormir. Cerró los ojos y trató de vaciar su mente de cualquier pensamiento, visualizó un lugar tranquilo y sereno, un espacio donde podía relajarse y descansar.
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Hola a tod@s mis estimados, si si, llevo mucho tiempo sin publicar nada, y quiero pedirles disculpas de verdad por todo, tuve muchos problemas para poder subir el capítulo y la falta de tiempo y demás, pero les juro que no vuelve a pasar. :)
Aprovechando, quiero enviarle mi apoyo a las personas de Venezuela y que si alguna leen mi historia, los admiro mucho que hayan tomado la decisión de luchar por su libertar y no dejarse vencer por un presidente que solo los hace sufrir, no es justo y no se lo merecen, no están solos y con Dios por delante toda esta situación se arreglará y serán libres.🇻🇪❤️🩹
